Parte 29

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Brisa

-Brisa, ¿donde estuviste? Qué pasó?- Lourdes me interceptó apenas me vio entrar en el salón, a su lado Martina también mirándome preocupada.

Había estado encerrada dos días sin ánimos de nada,  sin ir a clases, Angie no aprecia en casa y yo no me quería ir de su casa, a pesar de que mi orgullo me decía que me fuera de una vez por todas, la razón era que esperaba cada noche a que llegara, para hablar con ella, porque aquella vez que se fue estúpidamente la deje ir.

-No me sentía muy bien.- les dije sin muchas ganas.

Pero luego me insistieron y ya que el profesor no llegaba aún les conté todo, deseando también yo aliviarme un poco.

-Amiga, tu ex es una demente.- Martina dijo, yo solo la miré sin ganas de nada.- Lamento tanto que Angie haya malinterpretado todo.

-Yo no hice nada, nada mal. Camila me beso.- la rabia volvió.

-Pero Bri, ¿porque no le dijiste a Angie lo de tu hermano?

-Literalmente no tengo idea.- tome mi rostro en las manos.- O sea, mi abogado me pidió mantenerlo en secreto.

-Amiga perdóname, pero no culpes al abogado.- Lourdes me miro seriamente.- Si confías en Angie de verdad, pudiste habérselo contado.

-Lu tiene razón, Bri. Digo, igual tenes tu razones para mantenerlo en secreto.

-Angie me dijo que me fuera de su casa después de recibir el dinero.

Las chicas me miraron sorprendidas.

-Pero estoy tan enojada, como puede creerle a Camila. Sabe que la aborrezco.

-Bueno, si le dolió tanto es que de verdad te quiere.

-Si lo hace, debería creerme.

-Dale tiempo, Bri.- dijo Martina.- Ahora debe estar enojada y confundida como para pensar bien las cosas.

-Supongo.- elevé mis hombros decaída.

-Mira se que ánimos para estas cosas es lo ultimo que tienes pero ¿recuerdas la protesta de hoy que te contamos? Estaría bien que nos acompañaras, sos famosa después de todo, nos ayudaría un poco.- bromeó un poco.

-Tengo turno en dos horas en la cafetería.- me disculpe con la mirada.- Lo siento en serio, pero tengo que pagar las cuentas. Puedo ayudar una vez me den el dinero, ¿si?

-Mh, mas te vale.

Reí un poco.

—-

Llevaba ya medio turno en el trabajo, estaba agotada, y se que se debía a más bien mi pésimo estado de ánimo. Mi teléfono sonó, era mi alarma del descanso, podía tener una media hora en medio si deseaba comer algo o solo descansar.

Decidí salir fuera, a las mesitas de ahí, había pasado dos fías encerrada por mi ánimo, deseaba tomar algo de aire libre.

A lo lejos, en la calle principal vi la larga fila de gente que conformaba la protesta que me mencionaron Marti y Lu, que seguro estaban molestas conmigo porque como siempre no aportaba nada en su vidas.

Cute Mess (Brangie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora