Parte 3

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hoy dos caps xq no subí ayer :)
—-

Brisa

-No te ves como los otros agentes, esos que cobran.- me sacó de mi ensoñación.

Una hermosa peliazul estaba frente a mí, bueno, en realidad tenía el cabello bicolor, un lado era azul y el otro lado oscuro, de largo hasta sus hombros, un pircing en la ceja y otro en la nariz. No era muy alta, como de mi altura, llevaba unos jeans rotos y un top que me dejaba ver su estómago y podía ver sus antebrazos, con algunos tatuajes, manchados de grasa del auto. La miré por más tiempo de lo necesario.

-Yo no...- dije entrecortadamente. - No lo soy.

Vamos Brisa, has visto cientos de chicas calientes antes.

-¿Entonces por qué vistes como uno de ellos?- dijo acercándose más, mirándome curiosa.

-Me estoy escondiendo de los paparazzi. - yo vestía uno de mis elegantes vestidos, sí, pero no era lo típico en mí, nada colorido, era más bien negro, de chaqueta.

-Ah, bien por vos.

-No nos presentamos como se debe. - decidí recobrar mi seguridad. - Soy Brisa Domínguez.

Me miro indiferente, como "aja ¿y luego?"

-Probablemente conozcas a mis padres. - no parecía estar entendiéndome. – Eh, estoy en problemas y necesito ayuda.

Le dije casi como en una pregunta.

-Espera. - me miro extrañada. - ¿Pensas que yo soy Ubaldo oqué?

-Bueno, claro que no. - le dije obvia. - Pero, pensé que vos sabias sobre...

Me miro aún más confundida.

-Oh no. - cubrí mis labios con una mano. - ¿Estoy en la casa equivocada?

-Para nada. - me dio una risita. - Ubaldo Velasco murió hace un año y medio. Yo soy Angie Velasco. Su hija.

Me dio una sonrisa encantadora. Casi le sonreí de vuelta embobada, linda sonrisa, pensé.

Espera.

-¿Entonces no sabes quienes son mis padres?- pregunte ansiosa.

¿Y ahora? Mis padres me enviaron aquí por ayuda y aquí no parecían saber de mí.

-Ni idea. Lo siento. - interrumpió mis pensamientos. - De todos modos, ¿en qué te podría haber ayudado mi padre?

-Bueno. - hable insegura. - Pensé que podría vivir aquí por un tiempo.

Claro que no pensé que me encontraría con tal bombón, hable en mi mente.

-Oh, señorita Dome-

-Domínguez. - la corregí.

-Esta casa me pertenece ahora, y ¿vos quieres que la comparta contigo?

Bueno, parecía no muy contenta con la idea, pero tenía que convencerla de ayudarme, era mi última opción.

-Disculpame, ¿no soy lo suficientemente buena para vivir con vos? - claro que en lugar de ser amable y convérsela, tuve que ser arrogante.

Me golpe mentalmente. Me miro elevando ambas cejas.

-Nos acabamos de conocer. ¿Qué, no estás acostumbrada a no obtener en seguida lo que queres?

Vaya, linda pero una imbécil.

-Yo siempre obtengo lo que quiero. - le dije sin perder seguridad.

Me miro boquiabierta pero luego actuó indiferente.

-Por cierto, ¿podes pasarme el destornillador Phillips? - Y ahora de que hablaba.

-¿El que?.- le dije confundida.

-Eso es lo que pensé. - me dijo burlonamente. - Nosotras como compañeras de piso seriamos un desastre.

-¿Solo por qué no sé qué es un destornillador Phillips?- ledije fastidiada.

Se paso una mano por el cabello cansada.

-No se trata del maldito destornillador. Vos y yo somos claramente de mundos completamente diferentes.

Camino de vuelta al auto, alejando su atención de mí.

-Algo me dice que has vivido toda una vida muy protegida por tus papis. - La mire ofendida. - Y no queres que yo sea la que te corrompa con nuestras costumbres de la vida real.

Me volvió a mirar, de arriba abajo provocativamente.

-Por muy tentador que eso sea. - dijo riendo entre dientes. - No estás hecha para este tipo de vida.

Tomo una herramienta y siguió su trabajo en el auto.

-Por más emocionante y salvaje que creas que sos, no me asustas.- hable. - Te estás haciendo muchas suposiciones considerando que nos acabamos de conocer.

Me acerque ahora yo.

-Apuesto a que te gustaré una vez me conozcas mejor.

Levanto la mirada.

-Recuérdame, ¿Cuál era tu nombre?

-Brisa.

-Brisa, me siento honrada de que hayas venido hasta aquí a verme con esos tacones altos pareciendo una sexy espía. Pero estas perdiendo tu tiempo. - me dio una falsa sonrisa, pero la borro rápidamente. - No te podes quedar aquí. Apenas y nos conocemos.

Solté un suspiro en señal de derrota.

-Mira, si no lo quieres hacer por mi, hazlo por dinero. Talvez no tenga nada por ahora, pero mirame como una inversión.

-Estoy escuchando. - dijo entrecerrando los ojos.

Sonreí victoriosa.

-El dinero de mis padres será liberado en cualquier día de estos. Y mi familia es muy rica.

-Espera. - me interrumpió. - ¿Dijiste que tu apellido es Domínguez? Tus padres están en todos los noticieros.

Mierda.

-Eso explica por qué me pareces familiar.

-Angie.

Camine más cerca de ella, demasiado. Me miro inquieta por la cercanía.

-Cuando mis padres salgan te pagare tanto dinero como me pidas. Estarás forrada para el resto de tu vida, lo juro.

Me miro unos segundos dudando, le hice una cara de perrito.

-¿Por favor? Te necesito.

-Por favor no empieces a lucir toda triste y linda. - dijo negando con la cabeza.

-¿Pensas que soy linda?- le dije vanidosamente.

Rodo los ojos.

-No puedo creer que me esté costando tanto echarte. - dijo Angie suspirando.

-No lo hagas entonces.

-Bien.

Salte en mi lugar, celebrando.

-Estoy dentro, supongo.

-Genial- tome mi maleta. - Ahora muéstrame mis aposentos.

-Dios. - dijo tomando su rostro con ambas manos.

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espero les guste esta nueva historia

Cute Mess (Brangie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora