Parte 4

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Brisa

-El lugar es mío ahora desde que mi mama falleció antes de mi padre. - Angie me contó mientras pasábamos dentro de la casa.

Antes de entrar se había limpiado con un trapo y se puso encima de su top un buzo delgado. No sabía si quejarme o agradecer pues ya no había riesgo que me atrapara viéndola.

-Y perdona el desorden. - continuo cuando ya nos encontrábamos en lo que parecía la sala de estar. - No tenía idea que tendría invitados hoy.

-Esto es un desastre. – dije. - Tu sofá está harapiento.

El lugar era pequeño, una sala, con un sofá y una mesa de centro pequeña, a nuestras espaldas a solo unos pasos una pequeña cocina la cual se separaba de la sala solo por una barra, luego solo podía ver 4 puertas, que no sabía si daban todas a habitaciones diferentes y era todo. El sofá se veía viejo, no tenía cojines, y encima lo que apenas parecía un cubre sofás. Al menos la cocina se veía limpia y los colores en general de las paredes eran claros y combinaban.

-Así es como te das cuenta que es un buen sofá. - me dijo orgullosa, importándole un carajo mi critica.

-Esta casa es del tamaño de mi guardarropa. - dije mirando alrededor.

-Bueno, lamento no haber nacido en una familia de billonarios. - dijo irónica. - Mi padre era un simple mecánico. Tal vez arreglaba autos lujosos, pero no podía pagar uno para el mismo.

Camino alrededor recogiendo un poco.

-Así que quédate o vete, señorita reina Domínguez, no me importa.

La mire molesta.

-¿Sabes qué? No he sido más que amable y educada vos. – la apunte con un dedo acusatoriamente, bueno tal vez criticando su casa no lo fui pero. - Te hice una oferta muy generosa. Y por no mencionar lo increíblemente buena compañera de piso que puedo ser. Así que cuida tu tono. Me largo.

¿Para qué había aceptado el trato si luego iba a decir que "no le importaba"? Camine hacia la puerta ofendida.

-¡Y no trates de detener que me vaya!.- le dije dramáticamente.

La vi seguirme y sonreí satisfecha.

-Yo no soñaría con eso. - dijo a mis espaldas.

-Ni siquiera ruegues porque me quede. - insistí porque me había seguido, pero no parecía tener intenciones de pedirme que no me fuera.

-No lo iba a hacer. - dijo aburrida.

-Nada que digas va a convencerme. - pase por el umbral de la puerta.

-Okay.

-Y...

Ni siquiera pude terminar la frase cuando me cerro ruidosamente la puerta en la cara. Bueno, ya iban dos en un solo día.

-¡Bueno, tú te lo perdes, Angie!

Pataleé en mi lugar y salí furiosa del porche. Camine por la acera maldiciéndola. A lo lejos vi a dos chicos fumando cerca de un callejón, mierda, tenía que pasar por ahí sí o sí. Nerviosa continue con camino.

-¡Oye!.- grito de pronto uno de ellos cuando pase por su lado, maldije, ¿todo hoy me iba a salir mal?- ¿No te he visto yo antes?

Traté de ignorarlo y seguí caminando, pero se plantó frente a mí. Traía unos feos shorts caqui y una chaqueta de jean y su cabello era largo, lleno de rulos y negro.

-No tenes por qué ser grosera. - me miro mal. - Sé que te he visto antes.

Di unos pasos para atrás tratando de alejarme.

Cute Mess (Brangie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora