Cute Mess (Brangie)

Epílogo

Brisa

Meses después

-Martina, es que vos no aprendes, de verdad.- escuche a Lourdes retar a Marti mientras yo salía de la cocina pues escuche que llamaban a la puerta.

Seguro Martina había tirado algo, ya sabíamos que era su talento. Ahora mismo estábamos teniendo una cena en casa, invitación mía. Cuando nos graduamos las chicas y yo si que estábamos alejadas, yo había estado tan encismada en todos los problemas que llegue a tener que descuide mi amistad con ellas, y por lo que me contaron ellas estaban confundidas y perdidas también, sin saber si apoyarme o tomar mi actitud como indiferencia. Pero en las primeras semanas de Universidad las cosas se había arreglado en seguida. Todo gracias a que Martina y yo habíamos optado por la misma Universidad y la misma Facultad de Negocios. Compartíamos muchas clases y las cosas en realidad siempre fluyeron y era obvio que en el paquete venía Lourdes, por lo que enseguida recupere a mis amigas.

Una de las primeras veces que nos juntamos para estudiar en casa, fue la oportunidad para que se enteraran que Angie ya no vivía más ahí. Se lamentaron por mi y me apoyaron siempre, sobre todo cuando el primer par de meses Angie y yo habíamos estado distanciadas, aún después de habernos prometido lo contrario.

Lo que sucedió fue que los primeros días no dejamos de llamarnos, de prometernos cosas y demás, pero conforme los días pasaban estábamos muy ocupadas, yo en las clases y ella en el trabajo, no nos coordinábamos y entonces cuando una parecía más ocupada que la otra las confusiones llegaban y nos alejaban. No era exactamente que tuviéramos una relación a distancia, pero queríamos estar siempre en contacto.

Una de esas veces vez la solución fue una increíble y abrupta idea de nada menos que Martina.

Flashback

Me encontraba sin ánimos, había una fiesta de la universidad aquel viernes, pero yo no tenia muchas ganas ya que llevaba días sin saber de Angie, pues nos habíamos molestado porque habíamos cuadrado una videollamada y yo lo había olvidado entre tantos pendientes. Había salido de clase directo a casa, y a las pocas horas Marti y Lu habían tocado el timbre diciéndome que había descartado la fiesta para mejor hacerme compañía. Yo me había sentido mal de tenerlas un viernes en la noche metidas en casa pero también agradecida de que me distrajeran un poco. Nos estábamos tomando unas cervezas en la barra de la cocina cuando Martina golpeo su botellín contra la barra con fuerza de más, asustándonos a Lu y a mi.

-¡Brisa!- me dijo exasperada pero con una sonrisa traviesa.- Ya se lo que tenemos que hacer. Bueno, que vos tenes que hacer.

-¿De que hablas, loca?

-Le vas a llegar de sorpresa a Angie, ya dije.

Lourdes soltó una risita negando con la cabeza ante la excitación con la que Martina nos contaba su plan.

-No ah ah. Como crees.- dije decidida.- Estás loca, finde, ¿tu crees que me la voy a encontrar en su departamento? No sé exactamente en que maldita posición estamos ahora, no quiero encontrarme con ninguna sorpresa allá.

-Brisa es que vos tampoco te ayudas ni un poco.- dijo elevando las manos como desesperada.- Angie esta loca por vos, ya sabemos que la situación entre ustedes no es exactamente la más definida pero si se molesto porque no estuviste para esa llamada, es porque quería mucho esa llamada, y si quería mucho esa llamada es porque, eso, esta loca por vos, aun con esto de la distancia.

Termino de decir sin aliento, yo mire a mi izquierda a Lourdes que solo miraba divertida a su novia.

-Bueno Bri, yo en lo de que Angie te quiere a vos y solo a vos, también estoy de acuerdo. Elijo creer en el amor ciego y cursi.- Lourdes agrego.