My sweet cupcake (Sope)

An Unforgettable Day

Hoseok se recostó en la cama pensativo, la sensación de la mano de Yoongi agarrando la suya ocupaba sus pensamientos.

"Yoongi es un chico de un corazón enorme, mentiría si me niego a decir que me gusta" "llevo casi dos meses de conocerlo y aunque es demasiado serio, el tener a la pequeña Evangeline a su cargo me demuestra que es amoroso"
"pero no puedo ilusionarme tanto con él, no soy suficiente"
"siempre termino quedándome solo"

Hoseok se revolvió entre las sábanas volteando para pegarle a la almohada, su expresión era de confusión completa; sonreía y se negaba al mismo tiempo.

"me tienes mal Min Yoongi" decía sacudiendo sus pies.
"cómo alguien como tú pensaría en mi" "tengo miedo de amar y que me abandonen"

Finalmente su frustración le dio paso al sueño y se quedó quieto mientras soñaba con gatitos y pastelitos de mil colores.

La alarma sonó 4:00 había olvidado ponerla más tarde.

—Jeon, ¡hola amigo! Voy a pagarte el doble hoy, no iré a trabajar; no pasó nada malo, te contaré después.

Jeon rió al otro lado de la línea "no te preocupes amigo, me alegra escucharte de buen humor"

Hoseok se levantó tiempo después y preparó el desayuno para todos.

—¡buen día señora! siéntese a desayunar conmigo y Evangeline, dijo después de saludar con su rostro sonriente.

—¡huele tan delicioso! Dijo con una enorme sonrisa, —estaré encantada, me gusta ver esta cocina tan iluminada, ¡tu eres un hombre especial cariño!

Hoseok se sonrojó agradeciendo, aquel tipo de cumplidos lo ponían nervioso; después de comer con él, la cuidadora y la pequeña se fueron al colegio.

El sol ya estaba alto cuando Yoongi abrió los ojos, se sentía mucho mejor, así que se levantó para cambiarse de ropa y salir a pararse al calor del sol.

—Hobi, ¿estás aún en casa?
—creo que ya se fue, me hubiese gustado que se quedara, dijo en voz alta.

—¡buen día Yoongi! Tu desayuno está listo en la cocina, come y no te descuides, ¡me alegra verte mucho mejor!
—te llamaré por la tarde; me iré al trabajo ahora.

Su apariencia fresca y sonriente le iluminó su interior, Jung Hoseok le había hecho desayuno.

—¡buen día Hoseoki! Dijo mirando al contrario sonrojarse, —¿te vas tan pronto? ¿Por qué no desayunas conmigo?

El rostro de Min se veía un tanto desolado, no estaba serio ni frío, era solo él sin etiquetas.

Hoseok aceptó, Yoongi se sirvió su desayuno y le dio un café a Jung.

—me siento como si ayer me hubiesen dado una golpiza, dijo Yoongi mientras movía sus brazos.

—¡te comprendo! Dijo Jung sonriente, —siempre ocurre eso.

Ambos hablaron de las enfermedades simples que habían padecido alguna vez, y en eso se les fue el tiempo.

Hoseok volvió a tomar sus cosas y se despidió de Min.

—¿podrías irte en la tarde? Solo esta vez, prometo que si.
El rostro suplicante del chico le erizó la espalda, Jung se contradecía en su interior.

—¡está bien! Dijo sonriente, ocultando su nerviosismo, —no hay nada importante hoy en la pastelería ¿que podríamos hacer?

Min lo llevó a una sala más pequeña, —¿Quieres ver una película?

—¿alguna que quieras ver en especial? Dijo Min.

—¿que te parece orgullo y prejuicio? Dijo Jung.

—nunca la he visto, pero hoy es una buena oportunidad, dijo buscándola para reproducirla.

Ambos se sentaron en el sillón, conforme los minutos pasaron y la película avanzaba, más se acercaron, sintiendo la tensión en el ambiente.

La película acabó, —estuvo linda, la volveré a ver después.
Yoongi se mostró emocionado.

Hoseok celebró riendo —¡es mi favorita!

Se quedaron viendo profundamenten sin más que decir.

—¿Quieres mostrarme el jardín? Dijo Jung poniendose de pie, sentía que el aire le faltaba.

Min se levantó y asintió, un poco de aire fresco no le caería mal.

Caminaron un poco entre grama y rosales hermosos un momento.

—las flores dentro de casa no me agradan, dijo Min mientras se alejaba del área.

—¿por qué? ¡Son hermosas!

—me recuerdan los funerales, por eso evitó tenerlas a la vista.

Jung escuchó aquello y pidió disculpas.

—no te disculpes, soy solo yo y mis complejos.

Siguieron caminando, minutos después empezaron a caer grandes gotas dando paso a una lluvia fuerte.

Jung tomó el brazo de Yoongi y corrieron dentro de la casa, se sentían extrañamente felices; la risa llenó la estancia, grandes carcajadas resonaron dejando a Yoongi sin aliento.

—¡no respiro! dijo Min riendo alegremente, por alguna razón su sonrisa sólo salía en presencia de Jung.
Esto era algo que seguia revolviendo su interior.

Después de haberse calmado, se sentaron junto a la ventana para ver la lluvia caer en aquel jardín hermoso.

—¿Quieres que te cuente un cuento? Dijo Yoongi de pronto.

Hoseok lo observó sorprendido pero asintió.
—¡estaría encantado de escucharlo!

—espero que este cuento te guste, a Evangeline le encanta que le cuente historias bajo su casita de campaña.
Se adueñó de la sabana y la condicionó en su habitación.

—la he visto, dijo Hoseok sonriendo, —ayer antes de dormir me pidió un cuento.

—¡ah mi niña! Suspiró, —quisiera estar más tiempo con ella, pero me es difícil;

—sabes, he pensado en Seokjin para mi puesto, es muy inteligente y capaz; pero algo más me hace falta en mi vida para poder nombrarlo presidente.

Hoseok observó su rostro demacrado, Min Yoongi le parecía un enigma difícil de leer.

—¿qué es lo que te hace falta? Yo veo que tienes todo. Dijo Jung pensando en las cosas materiales que le podrían faltar a alguien como Min Yoongi.

—para retirarme de la empresa, quiero tener libertad, paz y amor; darle a Evangeline lo que no tuve en mi hogar; dijo pensativo.
—pero hoy no quiero abrumarme con eso, quiero contarte un cuento, insistió.

Jung se admiró de aquellas palabras, Evangeline tenía eso, la pequeña se lo contaba cada vez que iba a la pastelería.

Pero Min no había hablado de lo que a Evangeline le hacía falta, se había referido a lo que él necesitaba.

—¡me sorprendes Yoongi! Estoy seguro que lograrás lo que sueñas, dijo Jung de forma emotiva.

La lluvia seguía callendo.

Min asintió lentamente mientras se acomodaba frente a Jung preparándose para comenzar su relato.