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(Febrero de 2021)

Ari se encontraba en la cafetería cercana a Big Hit, disfrutando de un día especial concedido por la empresa antes de conocer a las demás integrantes del grupo con el que debutaría pronto.

— Antes de conocer a las demás integrantes del grupo, te concederemos un día completamente pagado por la empresa —anunció una representante del equipo de staff.

— ¿Todo esto para mí? Solo soy una trainee —respondió Ari con sorpresa.

— Tenemos fe en ti, Ari; te lo mereces por tu excelente trabajo —aseguró la representante.

Decidió dirigirse a la cafetería, sabiendo que pronto la empresa cambiaría de ubicación y no podría disfrutar de ese lugar todos los días.

Ari no conocía muy bien las calles de Seúl, apenas sabía algo de la ciudad. Desde que llegó a Corea, había pasado la mayor parte del tiempo entre la empresa y su departamento, hasta que descubrió la cafetería, donde solía pasar la mitad de sus tardes libres.

Al llegar, todas las mesas estaban ocupadas, lo cual era inusual. Aun así, Ari ordenó lo de siempre y buscó una mesa desocupada, sin éxito.

— Hola, ¿puedo sentarme aquí?

El chico que ocupaba la mesa miró alrededor buscando un asiento libre, pero no encontró ninguno.

— Claro —respondió, apartando sus cosas para darle espacio.

— Gracias. Hoy la cafetería está muy llena —comentó Ari, recibiendo un simple asentimiento con la cabeza.

Había aprendido que en Corea la gente no siempre era tan abierta como en su país.

Suspiró cansada y sacó su celular para ver un video de práctica. Mañana conocería a las demás integrantes del grupo con el que debutaría, lo que significaba dejar atrás su etapa como trainee y dar lo mejor de sí misma.

— ¿Eres trainee de Big Hit? —preguntó el chico a su lado. Ella asintió, pero rápidamente negó con la cabeza.

Una de las reglas era que no podía revelar que era trainee de esa empresa.

El chico sonrió.

— No te preocupes, no le diré a nadie. Soy Ni-ki, ¿y tú?

Ni-ki, ese nombre le resultaba familiar.

— Soy Ari.

— ¿Eres Ni-ki de Enhypen? —preguntó Ari, viendo cómo asentía con la cabeza.

— ¿Pedido número 87? —intervino un mesero, y ella asintió— Disculpen si no hay lugares disponibles, hoy por alguna razón está lleno —se disculpó.

— Está bien —respondió Ni-ki.

— Buen provecho —dijo el mesero antes de retirarse.

— Si no te molesta, ¿podrías darme algunos consejos? —preguntó Ari tímidamente.

[...]

— ¿Me estás diciendo que te gusta el chocomenta?

No supo en qué momento la conversación había pasado de consejos previos al debut a discutir si le gustaba el chocomenta.

— Sí, ¿qué tiene de malo? —respondió.

— ¡Sabe a pasta de dientes! —exclamó él, haciendo una mueca de asco.

— Bueno, cada quien tiene sus gustos.

— ¡Acepta que sabe a pasta de dientes!

— No permitiré que hables así de mi chocomenta, Ni-ki.

— Perdón por interrumpir —se disculpó el mesero de antes— pero es hora de cerrar.

Ari miró a su alrededor y vio que ya era tarde. Había oscurecido y probablemente tendría que caminar sola de regreso a su departamento.

— Oh, gracias —respondió, mientras Ni-ki y ella se levantaban y salían del lugar.

Hacía una hora que Ari había pagado y estaba lista para irse, pero surgió el tema de sus grupos favoritos y se quedaron un rato más.

— Bueno, Ari, me gustó conocerte. Espero vernos pronto, nos vemos en la empresa.

— Claro, también espero volver a verte, Ni-ki.

Ni-ki regresó a la empresa y Ari se dirigió hacia los departamentos, que estaban a unas cuadras de allí.

© StrawberryMoonlightt

Wildest Dreams - Nishimura RikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora