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-¿Entonces que película vemos?

-Lo que tú quieras.

-¿Segura? -preguntó Ni-ki y haciendo que la chica asintiera- bien, luego no te quejes que la película es aburrida.

-Nada más paso una vez~

———

Y aun que Ni-ki no quiera admitirlo, sabe que la película está aburrida, vio de reojo a Ari quien estaba durmiendo plácidamente, excepto por la parte donde su mano sigue en el bol de palomitas.

Ni-ki tomó su mano con delicadeza y la sacó del bol, tomó una toallita y limpió la mano de aquella, tomó la cobija que tenía en sus piernas y la tapó bien.

Le bajo el volumen a la computadora , pero aun así sus ojos seguían en ella.
Inconscientemente se acercó a ella y la admiro de cerca, apartó los mechones que tenía en su cara y comenzó a acariciar suavemente su cara.
Nunca dejando de sonreír.

Hasta que llego a sus labios, pudo sentir los suaves y esponjosos que eran, acercándose aun inconscientemente.

-¿Ni-ki estas aquí? -escuchó una voz cerca, asustándolos, si, a ambos.

Ni-ki se separó rápidamente y Ari abrió los ojos sonrojada. Cuando abrieron la puerta vieron a Sunoo.

-¡Ari!

-Sun- -Ni-ki iba a hablar pero fue interrumpido.

-¡Sunoo! -se paró ella rápidamente abrazando a Sunoo y sorprendiendo a Ni-ki.

¿Que no ella estaba dormida? -se preguntó.

-¡Ya que estás aquí cocinaré algo! -se fue dejándolos a ambos solos.

-Pensé que estabas dormida, lo siento. -habló rápidamente.

-No te disculpes, sólo quería preguntar porque lo hiciste. -habló un tanto ¿esperanzada?

-Tenias algo... -Se excusó torpemente.

Lo conocía tan bien, sabia cuando mentía; pero aun así decidió no ilusionarse.

Wildest Dreams - Nishimura RikiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora