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INK

Han pasado unos cuántos días. La verdad, no importa...

   No cuando estoy lejos de ti, Ruru.

   —Inky...

   Una, dos pinceladas.

   A pesar de no sentir la frágil frialdad de tu voz acariciar mi espaldar, o recordar palabras agridulces susurrando contra mi lecho, la sensación acaramelada en mis labios no desaparece, así como tus manos, cómo quemaduras incurables al no ser tratadas a tiempo, de grado que derritió y marcó mi alma por la eternidad.

   Tres, cuatro...

   Era reconfortante, infame a la vez. Peor cuando el gélido vacío arropó como todos los días al no tenerte en mis brazos, encogiéndose el corazón, me sentí estúpido, ¿volví a arruinarlo? Creo que bebí de más con Kills, aunque, lo hice porque estaba harto... quería ahogar mis penas y morir en ellas.

   Quería que me quisiera...

   Manos temblorosas.

   Aun así, no sabía porque me sentía feliz por esa tan... exquisita sensación.

   —Ruru... ¿ya no me amas?

   Jadeé ruborizado, sorprendido por ello. Choqué mi rostro incontables veces contra el lienzo para callar mi cerebro —como esas veces cuando antes de dormir te recalca las pendejadas que hiciste desde primera fila como cortometraje de cine—, embarrándome la cara con frescas y apetitosas pinturas.

   —¡Inky, amigo! ¡¿Qué te pasó?!—oh, olvidé que tenía a Blueberry enfrente, ¡finalmente le dieron de alta! Aprovechando mi felicidad le dije: Blue, ¡serás mi musa! Él encantado en ayudar como siempre aceptó, y aquí estamos, solo espero que no venga el pesado de su hermano.

   —¡N-nada! S-solo... ¡es una técnica para pintar! ¡Si, eso!

   —¡Mweheh! Entiendo, ¡será un cuadro genial!—estrellas grandes en sus ojos.

   —Sí, heh...—sonreí de vuelta al lienzo, apenas tenía unos pobres trazos.

   Olvidé. Como. Pintar.

   ¡Es tan frustrante cuando eso pasa! Incluso con cualquier cosa, es como sí, mi cerebro se desconectara del mundo olvidando hasta la forma de... esperen... ¿cuál es mi nombre?

   ¿Quién... soy?

   —Ink, ¿qué tienes? Te ves más pálido. —¿Ink? ¿Es mi nombre?—. Hace un momento sonreías y suspirabas, ¡¿pasó algo bueno?! ¡Cuenta, cuenta!

   —Yo no...—balbuceaba ido, algo no estaba bien, el ritmo de mis latidos cambió a uno muy veloz, sentía que perdía el control otra vez, me estoy desesperando y sobresalté disimulado al sentir... la espalda de alguien apoyarse en la mía... y atrás de mí... no hay nadie—. Blueby, oye... ¿has visto a Error?

   Manos frías recorren mis hombros hasta alcanzar mi rostro, parecen... huesos.

   No hay nadie. No hay nadie. No hay nadie.

   —O-oh... pues, n-no. Pensé que vendría, no quise creerte... perdón. —se abrazó—. M-me aterra... pensar que siempre me odió p-por amarlo y lo herí con mi presencia. —su semblante decayó—. No sabes cuán feliz me sentía al lograr ser su... amigo, ahora no sé si para él lo fui. So-solo... quería estar a su lado, aun así, n-no lo odio... sé lo difícil que es, y con todo y eso lo sigo queriendo. —suspiró—. D-debí haberte escuchado y a Papy...

Asesino + Dualidad - [Errorink/Inkerror] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora