Asesino + Dualidad - [Errorink/Inkerror] [+21]

06

ERROR

—¡INK!

   En cámara lenta la bala iba directamente hacia su pecho, suerte que reaccioné a tiempo, lo envolví con los hilos que salían de mis dedos y ojos apartando del camino. La fuerza que usé fue mayor que el albino cayó entre mis brazos y me hizo caer junto con él. 

   —¡Ink, Error!—chilló Blueberry mirando hacia ambos lados—. ¡¿Están bien?!

   El albino se removió encima mío, cuando alzó la cabeza quedó tan apegado a la mía que chocaban nuestras agresivas respiraciones, sentía mi rostro caliente y la mirada que me dedicaba en ese instante me aprisionaba. Sus manos se aferraban a mi pecho, agarrándose del uniforme; aspiraba su olor, siempre tenía un aroma diferente, está vez, a miel con canela. Hiperventilaba, mi fobia comenzaba a atacarme pero no podía hacer el ridículo enfrente de la multitud que corría de un lado a otro.

   —Veo que eres bueno con los hilos, Error. —comentó ignorando la situación—. ¿Ya has practicado el bondage?

   No puedo creerlo, de verdad.

   —Casi mueres, ¿y lo único que te fijas es en eso?—arrugé la cara, el otro estalló en risas y yo lo empujé lleno de rabia, la cara ardiendo—. ¡¿Estás imbécil?!

   —¿Qué es... bondage?

   Mierda, olvidé a Blueberry.

   Pero, lo más interesante, es que la bala rebotó contra algo y de inmediato un grito llamó la atención de todos.

   La bala perforó el hombro de Science.

   —¿Éste era el desesperadísimo plan real de la Majestad? ¡¿Dispararme?!

   —Le recuerdo que daba unos anuncios antes que llegara. —decía Nightmare hasta la coronilla—. ¡Por favor! ¡Tenía ojos hasta en el cielo! ¡Pudo ser cualquiera!

   —¡Pudo haber sido sus perros de circo!—gritó el ex científico—. ¡Oh sí! ¡Tengo pruebas de que ustedes están...!

   —Falacias. Mis guardias solo cumplen con su deber.

   —¡Falacias las suya, Majestad! ¡Usted no engaña a nadie!—Cara a cara, ambos resoplaban—. ¡Admita ya lo evidente, usted mató a Dream!

   —¿Con qué moral me lo dice? Si usted desapareció antes que Dream muriera. —refutó, apretaba por detrás un sostenedor de papel con todas sus fuerzas, señal de intentar contener una explosión por la ira—. No crea que no lo tengo en la mira. Eso lo hace muy sospechoso.

   Los presentes discutían fuertemente en el hospital, los gritos se oían hasta si bajabas al segundo piso; habían atendido a Science en urgencias y nosotros no tuvimos opción que acompañar. Yo estaba recostado en la pared fuera de la habitación de enfrente por lo que podíamos ver a los otros; Blueberry miraba a todas direcciones respirando pesado, si que se le veía muy asustado, aunque, quién no me sorprende que no reaccione de esa forma es el idiota que se encuentra sentado tarareando una melodía mientras traza unas cuántas líneas manteniendo una sonrisa de boca cerrada.