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INK

Las flores se encogieron por el frío de la neblina que acarició la madrugada durante ejercicio matutino. Costumbre que, ni el propio Error sabía que tenía, menos todos los movimientos que he hecho en mi estadía que, muchas veces, olvido.

   —¡Oh, Ruru! ~—canté luego de abrir la puerta de una sola patada. Mantuve equilibrio con el caldo de pollo que traía al igual que algunas medicinas—, Bonjour! Amour de ma vie ~*

   Un gruñido en respuesta, se ciñó con frazadas y abrazó una almohada. Jadeante limpié con el antebrazo mi frente sudorosa y dejé las cosas en una mesa de noche. La oscuridad no impedía diferenciar lo tierno que se veía cuando su cuerpo acabó envuelto con mi bufanda casi a la orilla de la cama, una sonrisa entre sueños al acurrucarse en la tela.

   Se escapó una pequeña risa.

   «Ruru es tan adorable y perfecto en todas sus formas», ese pensamiento nos arrebató un suspiro, uno de tantos. No dudé en acercarme y besar su frente con dulzura, dando suaves caricias que provocaron un leve espasmo y movimiento en él.

   Se veía tan hermoso, inalcanzable. Tanto que ya me encontraba plasmándolo en mis preciadas libretas, aunque, no es suficiente. Un papel no es suficiente para capturar la perfección que tengo enfrente, incluso las palabras se quedan cortas ante su rara belleza. Cada facción, esos labios que cosquillean mi interior, esa mano sobresaliente que deseo sostener desde y cómo lo hacía de infante. Tuve la necesidad de encajarla con la mía, tan áspera... la adoraba. Adoraba todo de él.

   Era arte... arte que despierta sentimientos. Eso es Error la mayoría del tiempo.

   A pesar de mis desdichas, es el único con quien me siento a salvo,

   el único con tan solo una mirada sabría decir más que un te quiero,

   con quien puedo lagrimear mis profundos lamentos,

   con quien soy todo lo que no represento,

   es todo lo que necesitamos, ¿cierto?

   soy todo lo que él necesita.

   Error es quien más deseo en toda mi vida.

   ¿Era normal sentir algo a estas alturas? No.

   Todo es su culpa y amo que así sea.

   —Prefiero a Blueberry antes que a ti.

   No puedo creer que aun duela. No, no puedo creer que duela.

   Luego de tanto tiempo esas palabras todavía me persiguen y aprietan el pecho, no sabía cómo digerirlo, me emocionaba, encantaba y a la vez sentía que moriría.

   Verlo dormir apaciguaba un poco las penas, aunque, hacía volar mi cabeza, zambullirme en pensamientos crudos que no tendrán respuesta. ¿Lo prefiere porque es perfecto y yo no? ¿Es suficiente y yo no? ¿Por lo adorable y sencillo? ¿Por su belleza? ¿Por qué no se cansaba de él? Yo que dejé todo, que siempre estuve para él, que soy su amigo de toda la vida, ¿qué está mal conmigo? ¿Por qué no puedo ser su número uno? ¿Por qué no soy perfecto?

   ¿Debería... arrepentirme?

   ¡Nah! ¡Nunca me arrepiento! De todos modos, ¿para qué, si lo olvidaré? ¡Cómo si fuese importante!

   No entiendo... ¿por qué estoy temblando? ¿Por qué estoy llorando?

   —Solo... no quiero vivir un mundo sin ti, mi amado Ruru. —murmuré y besé tu mano.

Asesino + Dualidad - [Errorink/Inkerror] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora