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ERROR

Luego de tres horas llegamos a nuestro destino.

   —¡Oh, wow!—alargaba las palabras boqueabierto y divertido—. ¡Ah! ¡Este lugar es impresionante!

   El albino revoloteaba entre la multitud con un asombro para nada disimulado, admirando cada rincón de la modernizada metrópoli. Cómo siempre había movimiento. Todos esos lujos tanto de poderío como de edificación se los llevaba la metrópoli con todos los puntos o hasta más.

   Sin embargo...

   —¡S-suelténla ya!

   —¡Cierra el hocico, niño!—Raspberry, un Guardia Real, pateó al infante en el rostro, rompiéndole la nariz.

   —¡No! ¡Mi niño! ¡AGH!—la madre se removía y pataleaba entre los brazos de los otros guardias, quiénes batallaban contra la fémina bajo efectos de la sustancia negra y viscosa que derretía su piel cual lepra—. ¡Ustedes...! ¡B-bastardos!

   —Lo que hizo es imperdonable.

   —¡Lo hice porque ustedes merecen la muerte!

   —¿En serio?—se acercó en lentitud—. Entonces, no hay problema en pagarle con la misma moneda.

   Un disparo que impactó en su frente daba inicio a la rutina diaria.

   —Bien, ¡¿quién quiere ser el siguiente??

   ...era un mundo gris sumergido en oscuridad.

   Y todo es culpa del desequilibrio de sentimientos positivos y negativos.

Era culpa de quién haya matado a Dream.

   Los gritos, agonía, se retorcían consumidos por la sustancia negra de negatividad que llamaron enfermedad. Maldecían, repudiaban a los Guardias Reales, que recurrían a la violencia —abusos, golpes, muertes— para calmarlos. Muy en el fondo se rehusaban a morir a pesar que la enfermedad se apoderaba como un parásito hasta matarlos.

   Pero yo... solo prefería mirar hacia otro lado, porque no podía solucionar algo que ya está roto. Solo, quienes están enfermos de sentimientos negativos tenían mala suerte... y no había una cura para ellos.

   Vivir era una constante lucha, un infierno.

   Pero las esperanzas de Dream los ha mantenido vivos.

   —¡Oh, por Toby!—chilló cuál niño pequeño—. ¡Algodón de azúcar a las doce! ¡Voy a comprarlo!

   —¡Oye, espera!—grité, pero ya era demasiado tarde, se había ido a comprar quien sabe cuantos—. ¡Maldición, Ink!

   Pero el muy idiota, como siempre, ¡ignoraba todo lo que sucedía para su propio beneficio!

   Todo aquel tenía los ojos puestos en él, bueno, no es para menos. Fue el Pintor Real durante un buen tiempo, muy conocido por sus cuadros elaborados y preciosos. Sin embargo, antes de la muerte de Dream se había mudado al Distrito vecino y después de lo de Dream solo... desapareció.

   —¿Dónde está, Ink?—preguntó el albino girando de lado a lado la cabeza.

   —Está a punto de quebrar la poca paciencia que le tengo. —dije entre dientes y Cross rio—. ¡No es gracioso! ¡Se puede perder!

   —No deberías preocuparte por eso, Error, es una abominación inservible, ¿no?—dio un codazo ampliando la sonrisa de hijo de puta que carga.

Asesino + Dualidad - [Errorink/Inkerror] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora