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INK

—¡Hoy es un buen día para sonreír!

   Abrí de par en par las puertas.

   Aburrí la expresión cuando me encontré con la nada misma a parte de las criadas. Un largo bufido, tan vacío...

   ¡Error me abandonó!

   Bueno, no tan así.

   No me mal entiendan, ¡estar con Error es divertido! ¡Superdivertidísimo! Molestarlo es ley en mi código, ¿qué? Claro que tengo, todos tenemos aunque sea de adorno porque lo traicionamos alguna vez. En fin, salió junto con Cross a atender unos asuntos en una cafetería o algo así, aunque, dijo que volverá a darme una vuelta.

   La verdad, estoy considerando que sí lo hizo.

   —Bueno... ¡siempre se puede fastidiar a alguien más!

   Y ya se a quien.

   Corrí por los pasillos ignorando los ojos curiosos, tarareaba mi canción favorita olvidándome del mundo por un momento, de las cosas que me rodeaban y...

   —No deberías salir por un tiempo.

   Allí, las molestas palabras de Error, el chico que amo fastidiar, retumban en mi mente al compás del estallido de la bala. Veía sus ojos, miel, rojizo, azulado, una combinación imperfecta pero a la vez interesante que al verlo me hacía suspirar; ese filo, piel canela, manos rasposas al tacto. Cejas y labios fruncidos; para cualquier chica seria inevitable prescindir de él.

   Ese aura que le rodea era la soledad y peligro en persona, cualquiera estaría tentado a comer el fruto prohibido de alguien. Ponerlo en situaciones incómodas, a prueba, al límite, al borde; todas las posibilidades en una sola persona era una idea muy tentadora y más cuando se trata alguien tan explosivo como Error. Lo veía, abrazando a Blueby, era tan raro, ¿por qué se dejaba por él y no por mi?

   ¡No, Ink, no es tiempo para pensar en ello! Es más, ¿desde cuándo piensas?

   —¡Oh, Doctor Gas...!

   —¡Ink, cuidado con...!

   Por instinto agaché rápido la cabeza sintiendo el aire caliente de un objeto pasar sobre mí. Miré hacia atrás, me pareció raro no oír un estruendo.

   —¡Buenos días, Doctor!—continué dando un paso—. ¿Cómo va to...? ¡AAAH!

   La punta de la bufanda se coló entre los pies, me resbalé hacia un lado y mi codo acabó impactando contra un estante, que a viceversa tubos de ensayo cayeron quebrándose, que a viceversa algún que otro objeto explotó haciendo contacto con químicos, que a viceversa cuando me levanté el objeto que salió volando regresó y me empujó hacia adelante casi golpeando una máquina extraña y así terminar en el piso con la bufanda en el rostro.

   Solo estas cosas me pasan a mi...

   ¡y me siento afortunado!

   —Eh...—Aparté la bufanda y sonreí nervioso cuando percibí la seria mirada de Gaster—, ¿perdón?

   —Siempre he dicho que traes una bufanda muy larga. —un suspiro salió de la radio en su cuello, alejándose a pasos de mí—. Tu torpeza no tiene límites.

   —Algo así, Error siempre me dice que soy un experto en atraer los problemas. —imité en gracia, me levanté sacudiendo el cuerpo, tronando mi cuello—. ¡Es parte de mi estilo refinado y encanto natural!

   —Ay, eres todo un caso...—sonrió negando y tomando cosas para limpiar.

   —Permíteme, ¡abre paso a un profesional!

Asesino + Dualidad - [Errorink/Inkerror] [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora