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No, no, no.
Esto no podía estarle pasando.
Todo tenía que ser una broma.
Mauro sentía que había un maldito error en todo esto.
Sin embargo, las quince pruebas de embarazo que habían dado "positivo" como resultado, no podrían estarle mintiendo descaradamente a la cara.
Por supuesto que no.
A menos que todas ellas estuvieran caducadas o tuvieran algún tipo de fallo, para que siempre dieran positivo.
Siendo dos insignificantes rayitas, que habían conseguido poner de cabeza el mundo entero de Mauro. Quien ante la simple idea de ser padre, le hacía sentir muchas de ponerse a llorar hasta deshidratarse.
Y para empeorar la situación, se encontraba solo en casa, así que no tenía la compañía de nadie para tratar de digerir una noticia tan pesada como lo era esta.
Una noticia pesada y no planeada.
Porque era lo que sentía.
La cual nunca pensó recibir, no cuando hace algunos años, se hizo unos exámenes para saber si había nacido con esa maravillosa capacidad de traer una nueva vida al mundo, a pesar de ser un hombre.
Pero esos exámenes, en su momento salieron negativos, así que no entendía nada de esta extraña situación.
Que lo mantenía preso del miedo y la desesperación, y todo por no saber lo que debería de hacer o cómo reaccionar.
No sabiendo si debería de llamarle a su madre para buscar apoyo emocional.
A su mejor amigo para que le diera algún tipo de consejo. Ya que aquel, ya había pasado por la misma situación antes, más o menos.
O llamar a su pareja para darle la gran noticia. Aunque pensándolo bien, a quien menos deseaba ver era a este último.
Y ahora que lo pensaba, debería de estar agradecido con que Matias no estuviera en casa. Porque ya serían suficientes emociones para él, en un solo día.
Así que Monzon tomó una fuerte bocanada de aire, para luego guardar todas las pruebas que se había hecho, queriendo alejar cada una de esta de su vista.
Aunque la imagen constante de la prueba resultando positiva una y otra vez. Ya estaba grabada en lo más recóndito de su cabeza, repitiendose como una canción puesta en bucle.
Sin mencionar, que de vez en cuando se tocaba el vientre con mucha suavidad, acción que le generaba demasiados sentimientos y dudas a la misma vez.
Los cuales se convirtieron en su peor pesadilla, cuando Matías regresó a casa ese mismo día. Terminando con ciertos compromisos que tenía que atender fuera del país, por unas cuantas semanas.
Semanas que Mauro deseaba que fueran infinitas, aunque eso significaba tener lejos al amor de su vida y al padre de su futuro bebe.
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Cᴇʟᴇsᴛᴇ ʏ Aᴢᴜʟ : ˡⁱᵗᶜᵏᵒ : FINALIZADA ✅✅
Fanfiction゚*☆*゚ ゜゚*☆*゚ ゜゚*☆*゚ ゜゚*☆*゚ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ˚✩ ⋆。˚ ✩ ┊ ┊ ┊ ✫ ┊ ┊ ☪⋆ ┊ ⊹ ✯ ⋆ ┊ . ˚ ˚✩ ≻───── ⋆✩⋆ ─────≺ Cuando el bebé apriete tu mano por primera vez, te habrá conq...