Cᴇʟᴇsᴛᴇ ʏ Aᴢᴜʟ : ˡⁱᵗᶜᵏᵒ : FINALIZADA ✅✅

↷✦; Pᴏsᴛᴘᴀʀᴛᴏ

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Con la llegada de un bebé siempre se piensa que todo es color de rosas.

Que todo es felicidad, amor y regocijó.

Pero lo que realmente pasa es muy diferente a eso, por mucho que cueste decirlo. Un recién nacido llega a ser una responsabilidad muy grande, la cual se une junto con muchas cosas y emociones nuevas.

Y en muchas ocasiones, esas emociones llegan a ser un serio problema que crecen hasta no tener control.

Cómo un caudal de agua, que poco a poco se va haciendo cada vez más grande, hasta conseguir que se forme un inmenso mar.

En el cual nos terminamos perdiendo, alejándonos cada vez más de la orilla.

Y de ese modo se sentía Mauro, quien no solo tenía que lidiar con los estragos físicos que un embarazo gemelar le había dejado, sino que también con los problemas psicológicos que se fueron presentando en él con el paso de los días.

Llevándolo a un punto dónde no sabía cómo se sentía y si las niñas que todos decían que eran sus hijas, no eran más que un par de impostoras.

O si todo mundo estaba en su contra y él tenía que irse lo más lejos posible.

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— Muy bien Mauro, creo que ya tenemos suficiente por el momento. — la psicóloga le dice al ojiverde, quien suspira pesadamente con el cuerpo muy tenso.

— ¿Entonces ya sabe lo que tengo? — Mauro pregunta ansioso, a lo que Spallatti lo toma de las manos con suavidad, para dejarle unas cuantas caricias.

— Podría decir que sí, todo gracias a lo que me has contado. — la psicóloga comenta con cierta seguridad.

— ¿Qué es? — Mauro preguntó más ansioso que antes.

— Se le llama depresión postparto, y todo lo que sientes y piensas, apunta hacia ese diagnóstico. — aseguró.

— ¿Depresión postparto? — Monzón inquirió, tratando de recordar si había leído algo de eso y si estaba relacionado con el postparto en sí. — ¿Y es malo tener depresión postparto?

— Por supuesto que no es malo, pero si no recibes el tratamiento adecuado, podrías escalar en un nuevo diagnóstico que es un poco más serio. — explica. — A eso se le conoce como psicosis postparto, lo cual va más allá de la depresión postparto, y puede ser muy perjudicial para vos. — agrega.

A lo que Mauro contiene un chillido de desesperación por lo que estaba escuchando.

— Pero lo importante aquí, es que te dejes ayudar por todos aquellos que quieren verte feliz. — la contraria dice, intentando que el otro viera el lado bueno de la moneda. — Además, no tienes porque sentirte culpable por pensar que eres incapaz de cuidar de tus hijas o creer que la paternidad es algo que no va con vos. — argumenta.

Notando cómo el lenguaje corporal de Monzón, dejaba de ser tan tenso con el paso del tiempo.

— Mauro, no estás solo en esto, tienes a tu familia, amigos, al padre de tus hijas. Y te aseguro, que todos están más que dispuestos a darte una mano para que sigas adelante. — expresa.