↷✦; 𝖯𝗋𝗂𝗆𝖾𝗋𝖺𝗌 𝖯𝖺𝗅𝖺𝖻𝗋𝖺𝗌 ❞

139 19 31
                                    



゚*☆*゚ ゜゚*☆*゚ ゜゚*☆*゚ ゜゚*☆*゚

┊ ┊ ┊ ┊ ┊ ┊

┊ ┊ ┊ ┊ ˚✩ ⋆。˚ ✩

┊ ┊ ┊ ✫

┊ ┊ ☪⋆

┊ ⊹

✯ ⋆ ┊ . ˚

˚✩

.

— Muy bien, vamos de nuevo. — Matías les dice a sus bebés, a las cuales les estaba intentando enseñar algunas palabras. — Pa - pá. — dijo, separando las sílabas de aquella palabra.

Con la esperanza de que sus bebés dijeran al menos papá.

Pero como en otras ocasiones, las menores se quedaron calladas o entretenidas con sus manos.

O con cualquier cosa que estuviera a su vista o alcance.

— Vamos, bebés. — las motivó a seguir, pero las menores no dijeron nada. — Esto no funciona. — se queja, para después escuchar un par de risas.

Las cuales provenían de su madre y de su padre, quienes habían llegado de visita.

Encontrándose solo ellos en casa, porque Mauro había salido a arreglarse un poco el cabello.

Argumentando que necesitaba un nuevo cambio de cabello y que quería renovar un poco su imagen.

— ¿Cuando es que habla un bebé? — Matias les pregunta a los contrarios.

— Cada bebé es un mundo, y cada uno tiene su tiempo. — Natalia responde. Sonriendo ampliamente por cómo sus nietas empezaban a gatear lejos del morocho, en un intento de escapar de las lecciones que estaban recibiendo.

— Así que no las fuerces a decir alguna palabra, y solo deja que las cosas sean naturales. — la rubia argumentó, pero su hijo solo bufo.

— Celeste, Azul, vuelvan aquí. — Matias les demanda a sus pequeñas, quienes solo ríen divertidas para seguir con su exploración.

Alejándose del área designada para estar junto con su papá.

— Crecen muy rápido. — Darío comenta.

Sintiéndose enternecido y bendecido por la oportunidad de conocer a sus primeras nietas.

Porque antes, poseía una nula esperanza de que eso sucediera, ya que Matías no podía quedar embarazado.

Y por las preferencias sexuales de su hijo, afirmó que no vería a ningún nieto de sangre.

No cuando, supuestamente, Monzón tampoco podía dar a luz.

Siendo un hombre corriente como lo era Matías.

— Si, ya no les falta nada para llegar a su primer añito. — el morocho celebró eso.

Vigilando a sus bebés en todo momento, las cuales iban y venían con cierta rapidez de un lado a otro.

— Siento cómo si hubiera sido ayer que las trajimos a casa. — asegura, sintiendo cierta melancolía.

Melancolía que se esfuma de inmediato, ya que escucha una voz bastante familiar que había ingresado a su hogar.

— Mati, ya volví. — Monzón hace notar su presencia con un toque de felicidad, entrando a lo que era la sala. — Buenas tardes, suegros. — saludo respetuosamente a los padres de su novio.

Quienes no tardaron en devolverle el saludo.

— Buenas tardes, Mauro. — fue la simple respuesta que dió Darío, pero no sé sintió tan seca como alguien más pudiera sentirlo.

Cᴇʟᴇsᴛᴇ ʏ Aᴢᴜʟ : ˡⁱᵗᶜᵏᵒ : FINALIZADA ✅✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora