Capítulo 39. Salida de Miranda y Nico.

8.5K 444 0
                                    

Mariela había arreglado todo para que sus dos amigos se conocieran, había hecho una reservación en pampas a las ocho de la noche. Miranda estaba muy nerviosa llegó puntual pero tuvo que esperar a que Nico llegara aunque por su inseguridad pensó que él no iba a llegar. Pero el motivo por el cual había llegado tarde era por el tráfico que había debido a que dos carros habían chocado.

—Hola soy Nico. Dijo el cuándo llego a la mesa que el hostess le había indicado.

—Es un placer conocerte yo soy Miranda. Dijo levantándose de la mesa para darle un beso en la mejilla.

—Siento mucho haber llegado tarde es que hubo un accidente y había mucho tráfico.

—No te preocupes siempre surgen imprevistos.

— ¿Ya has ordenado?

—No y realmente no sé qué pedir ya que es la primera vez que vengo aquí.

—Si quieres puedo ordenar por ti.

—Por favor.

—No eres vegetariana ¿verdad?

—No. Dijo sonriendo.

            Nico miro la carta y después le hizo una seña a la camarera quien llego a su mesa inmediatamente. Si en algo se destacaban el restaurante era en tener un servicio de primera, claro y también de una comida riquísima.

—Nos puedes traer dos filetes mignon.

La chica apunto en su libreta.

— ¿Que les puedo ofrecer de tomar?

— ¿Qué es lo que se te antoja Miranda?

—Un tequila.

—Que sean dos tequilas. Dijo Nico.

—Enseguida se los traigo. La mesera se retiró.

—No suelo beber pero estoy nerviosa  y creo que con eso me voy a calmar.

—Mariela me dijo que te estabas divorciando. El miro como ella se tensaba a decirle aquello. <<Que tonto soy>>.

—Sí. Son cosas de la vida y fué mejor que terminara.

—Perdona yo no quería...

—No importa de verdad. Estoy mucho mejor sin él. Al menos ya no puede hacerme sufrir, lo mejor es que no tuvimos hijos, queríamos esperar y disfrutar el tiempo solos pero me engaño y ya no importa porque él es parte de mi pasado. Pero cuéntame de ti no quiero aburrirte con mis historias.

—Sabes, de hecho me gusta escuchar a la gente, siempre lo hacía con Mariela me alegro de que haya llegado a su vida un hombre que la ama y la cuida y sobre todo que no la hace sufrir.

—Es verdad.

—Pero ahora me gustaría que me hablaras de ti.

—Y ¿Qué quieres saber de mí?

—Todo.

Citas con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora