Capitulo 17. Abrir los ojos.

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A la mañana siguiente Ray despertó a las 6:30 a.m. y fue a pedir el desayuno, cuando Mariela despertó le pareció extraño que él no estuviera en la cama ya que habían estado haciendo el amor toda la noche <Él es extraordinario>>. Mientras ellos habían estado fuera los encargados del hotel habían llenado el cuatro de velas y pétalos de rosa. <<Así hubiera sido la luna de miel perfecta estando con Ray claro si nos hubiéramos casado>>.

—Ya despertaste. Dijo Ray entrando en la habitación.

—Sí y pensé que me habías abandonado.

—Jamás te abandonare Mariela.

Su cara se ilumino de alegría al escuchar eso de su boca pero después se ensombreció.

—¿Qué pasa? Ray fue hacia la cama y el abrazo.

—Que eso ya lo he escuchado muchas veces y siempre terminan dejándome, nunca he sabido escoger a los hombres que son buenos como tú siempre he escogido a puros patanes que solo quieren tener se…

—Pero yo no soy como ellos.

—Lo tú eres especial. Sabes a veces creo que los caballeros como tu están en peligro de extinción.

—Entonces cuídame. Ella rio. —Esta es la Mariela que me gusta, la que a pesar de haber sufrido pone la cara en alto y sonríe.

—Y tú eres el hombre que me gusta, n o te cambiaría nada. <<Lo pensé o lo dije>>.

—En serio. <<Mierda, lo dije>> Pensó Mariela. <<Que le digo, que le digo>>

Pero en vez de decirle algo lo beso. Desayunaron juntos y después fueron a la playa.

Esos dos días habían sido espectaculares y habían cumplido con el objetivo de relajarse antes de irse de Ensenada pasaron al centro a comprar recuerdos, se habían tomado varias selfie en unas se besaban en otras se les miraba plenos de felicidad. Cuando llegaran a Tijuana ya las imprimirían.

—Sin duda guardare estos hermosos momentos contigo en mi mente, gracias por todo lo que hiciste por mí.

—Solo quería que estuvieras feliz.

—Y lo hiciste. Mariela lo rodeo y le dio un beso. —Eres increíble.

En el camino de Regreso Mariela se quedó dormida y cuando llegaron  a su casa Ray la despertó. Él se bajó del coche para abrirle la puerta.

—No era necesario que te bajaras a abrirme la puerta Ray.

—Si no lo hubiera hecho no sería un caballero.

—Aunque no lo hubieras hecho para mí lo seguirías siendo. Hay estaba viéndolo con aquella mirada que lo inquietaba.

Se sentía extraña no quería que Ray se fuera, lo invito a pasar pero él se negó. <<Algo le pasa estoy segura>>.

—¿Estas bien?

—Por supuesto es solo que te esperan. Mariela miro que Nico estaba en la puesta de su casa.

—Ray de verdad muchas gracias por todo.

—De nada, nos vemos mañana.

Ray subió al coche y arranco. De repente Mariela sintió que una gran tristeza la invadía porque él se fuera  y sabía que era, se había enamorado y ahora no tenía miedo de decírselo a Ray y… ¿cómo se había dado cuenta? simple había vuelto a comparar a Nico con Ray por Nico sentía algo y era afecto pero por Ray sentía cosas hermosas que la llenaban de alegría cada vez que la miraba o le hacía un detalle o cumplido. 

Citas con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora