Citas con el jefe

Capitulo 4.Convenciendo al jefe para una cita.

—Y... Que has pensado acerca de lo de salir con chicas. Le dijo Mariela a Ray.

—La verdad es que no me convence mucho la idea.

—Y si saliéramos en parejas, yo con Nico y puedo invitar a una amiga no se hacerlo ver como si fuera algo casual.

—Creo que eso estaría bien.

—Ya quiero verte en tu faceta de seductor jefe. Tengo un plan.

—¿Otro? Pregunto Ray intrigado.

—Para no hacerte perder el tiempo a ti ni a mis amigas a ti te enseño fotografías de ellas y me dices con cual te gustaría salir y yo ya le pregunto a ellas pero antes déjame tomarte una foto con mi celular.

—Es broma ¿verdad?

—Para nada jefe, a ver si puedes sonreír mejor.

Él sonrió y ella tomo la fotografía, sin duda una que otra de sus amigas querría salir con él.

—Que guapo jefe, seguro conquistas a varias de mis amigas.

—Solo espero pasar un rato agradable.

—Y así será te lo garantizo.

—Estoy seguro. Y a todo esto de las citas quisiera saber cómo es Nico.

—Es de piel blanca, ojos azules, cabello castaño tiene buen cuerpo y el sexo con él es increíble.

Mariela había conocido a Nico desde que asistía a la preparatoria, eran excelentes amigos no solo pasaban noches agradables teniendo sexo sino que uno era el confidente del otro. Él había secado sus lágrimas la mayoría de las veces que le habían roto el corazón. 

—Cuando será el día en que dejes de hablar de sexo.

—Nunca y con esto del sexo se me olvidaba contarte que mi madre quiere que tenga un bebe.

—Y ¿Qué le dijiste?

—Tengo un amante se llama Nico, tengo sexo con el cuatro veces por semana pero de momento no quiere hijos.

—¡Que!

—Cálmate es broma.

—Me pregunto cuando tomaras las cosas más en serio.

—Cuando me pidas que me case contigo.

—Ya se, ya se es broma.

—Vaya al fin te das cuenta de cuando bromeo.

—Pero ya en serio no has pensado en tener hijos.

—Al menos en este momento, no. Tal vez en un futuro.

—Cuando te enamores de alguien y te cases.

—Jefe es el siglo xxl y en la actualidad no hay que estar enamorado ni casado para tener un hijo.

—Tienes razón pero creo que un hijo debe de crecer en un lugar donde vivan sus padres y antes que todo debe haber una relación basada en el respeto.

Cenaron y platicaron amenamente él no podía dejar de mirarla era como si lo tuviera hipnotizado. En un momento ella fijo su mirada en la barra donde servían bebidas con alcohol, había un hombre de tez moreno claro y pelo negro notablemente atractivo.

—Oye señorita estoy aquí contigo. Dijo Ray.

—Ya viste por Dios ese hombre esta que se cae de bueno.

—Pero da la casualidad de que vienes conmigo. Dijo Ray un poco molesto.

—Cálmate Ray. 

—¿Ahora no soy el jefe?

—Bueno tomando en cuenta que es sábado, yo diría que no.

—No puedo creer el descaro de algunos tipos ese te come con la mirada y por lo que veo tú a él ¿me estas escuchando? 

—Si Ray te estoy escuchando.

—Si tuvieras que elegir entre ese "tipo" y yo con quien te irías.

—Contigo.

—¿De verdad?

—Sí, he venido contigo y me voy contigo además para que quiero a ese tipo si ya tengo a Nico.

—Entonces va en serio lo del tal Nico.