Capítulo 37. La carta misteriosa.

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Esa mañana cuando Mariela pasó a recoger el correo miro un sobre en blanco que no tenía escrito ni de quien era ni para quien, al principio no le dio mucha importancia pero después de hacer la comida ya que Ray iba a ir a la casa a comer volvió a mirar el sobre y se decidió a abrirlo.

En él decía lo siguiente:

Siempre has sido un hombre caballeroso Ray, recuerdo la manera en que nos divertíamos ya que estoy en la cuidad podríamos vernos, te dejo un mensaje en tu correo enviándote la dirección ah y si ya sé que tienes una mujer, lo recuerdas me la presentaste pero eso a mí no me importa yo no soy celosa, jamás lo he sido bien lo sabes pero si ella lo es no es necesario que le digas que vas a salir conmigo. Anda dime que sí. Quiero volverte a ver ya que el otro día no pudimos hablar mucho, gracias a tu noviecita. Te quiero Ray no sabes cuánto.

Mariela dejo la carta en la mesa de la cocina y se quedó pensando en quién podría haber escrito eso. Más tarde cuando llego Ray le dió un beso y como ya era costumbre él le acaricio el vientre pero pronto algo llamo su atención y se dirigió a la mesa.

—Es una carta que llego esta mañana, no decía para quien era así que decidí abrirla.

—Tampoco dice de quién es pero creo que es de Esmeralda, la mujer que te presente en el restaurante. Dijo Ray y fue hacia su ordenador, lo abrió y en su correo vio el mensaje de Esmeralda. —Ven Mariela por favor.

Ella fue a la sala y se sentó a un lado de él. —Como tú y yo no tenemos secretos te voy a enseñar el correo. Mariela asintió.

Asunto: Una cita.

De: Esme_raldasantivañez@hotmail.com.

No he podido dejar de pensar en ti y en mí. En los momentos que vivimos juntos ¿los recuerdas? Estoy segura que sí. Siento tanto haber sido tan estúpida y haberte lastimado siempre fuiste tan atento conmigo, me amabas y yo por mis estupideces lo arruine todo. Sé que han pasado años pero yo no he dejado de pensar en ti TE AMO TANTO Ray, quiero verte en el restaurante Caesars pero sin que tu novia este en medio de nosotros. Por favor dime que sí. Mi número es 664-125 4732. Por favor llámame.

— ¿Pero qué le pasa a esta mujer? ¡Está loca!

—Le voy a decir que no voy a verla y que...

—Y que ni se le ocurra seguir mandando mensajitos estúpidos.

—Cálmate cariño no te hace nada bien enojarte.

—Lo se Ray es no puedo evitarlo. Me da miedo que el regreso de ella te haga sentir cosas y...

—Lo único que me hace sentir es un alivio de saber que al ella alejarme de su vida me dejo posibilidades de conocer a alguien más, a ti y de volver a enamorarme. Jamás dudes que mi amor por ti que es incondicional.

—Me molesta tanto que ella esté cerca.

—Solo ignórala cariño, es lo que yo haré.

Mariela se había quedado intranquila, que es lo que aquella mujer quería y se le ocurrió una idea, cuando Ray se metió a dar una ducha ella tomo el ordenador y le mando un mensaje a la tal Esmeralda del correo de él.

Te veo mañana a la una en el Caesars.

Ella no tardó mucho en contestar.

Asunto: Impaciente.

De: Esme_raldasantivañez@hotmail.com.

Quisiera verte hoy pero esperaré hasta mañana BESOS...

<<Besos, esta tipa en serio que se merece una buena golpiza lástima que no pueda dársela>>. Mariela se distrajo con sus pensamientos y no se dio Cuenta de cuando Ray salió del baño.

— ¿Qué haces amor?

—Estaba revisando mi correo. Mintió y cerró la sesión del correo de Ray pero no le dio tiempo de borrar el correo que le había mandado a aquella tipa, solo esperaba que Ray no se diera cuenta.

El día siguiente iba muy pensativa al Caesars pero le iba a dejar bien claro a esa Esmeralda quien era Mariela Castillo.

Citas con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora