Capítulo 28. El café de la flor.

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Al día siguiente Mariela se despertó temprano como de costumbre y fué a hacerle el desayuno a Ray mientras él se metía a bañar cuando salió se cambió y fue hacia la cocina.

—Huele riquísimo Mariela.

—Siéntate amor prepare café, huevo con jamón, pan tostado y hay fruta.

—Hoy se me antoja de todo. Sabes Mariela, a vece me pregunto que hice para tenerte aquí para que alguien como tú este conmigo.

—Lo que hiciste bueno, lo que has hecho es amarme y conquistarme día con día con esos pequeños detalles que tienes conmigo. Soy tan feliz a tu lado y bueno pronto lo seré con nuestro bebe.

—Te amo Mariela.

—Yo también te amo.  Recuerda que hoy veremos a la organizadora.

Cuando llegaron al café de la flor ubicado en plaza rio, lugar donde los había citado Lily ella ya los esperaba.

—Hola Lily. Dijo Mariela.

—Hola Mariela. Lily se levantó y se dirigió hacia ellos.

—Te presento a Ray mi prometido.

—Un gusto Ray. Dijo y extendió su mano a modo de saludo. —Si gustan sentarse.

—Pensé que nos veríamos en otro lugar. Dijo Ray.

—Mariela me comento que vivían cerca de aquí y bueno yo estaba también cerca y pensé que estaría bien citarlos aquí en vez de que fueran hasta la agencia.

—Me encanta este lugar Lily.

—A mí también. Dijo Mariela.

La camarera llego a su mesa y les dejo la carta.

— ¿Qué vas a pedir amor? Dijo Ray.

—Creo que café negro. Ambos rieron.

—Algún día tendremos que cambiar no siempre será café negro.

Pidieron el café negro y después hablaron sobre el motivo de su cita en el café.

—Mariela me dijo que quieren su boda en la playa.

—Sí. Dijo Ray.

—Lo que pasa es que no queremos la típica boda. Dijo Mariela.

—Y yo estoy para que su boda sea original. Dijo Lily. —Han pensado en los adornos que quieren en la playa.

—Sin duda tiene que haber varias rosas blancas ya que son las preferidas de Mariela.

—En lindo que te acuerdes de lo que le gusta a Mariela y buscare arreglos florales que incluyan rosas blancas para arreglar el altar.

—Me gustaría que hubiera velos de color azul, verde y morado.

—Y el lugar donde se hará la recepción podría estar iluminado por velas si así lo quieren.

—Sí.

—Y también podrían hacer un baile especial para sus invitados que podría ser sorpresa.

—Me encanta la idea Lily. Eres la mejor. Lily río.

—Estoy para complacer a mis clientes y darles ideas.

Después de platicar por más de media hora Ray y Mariela se despidieron de Lily pero cuando ya estaban en el coche Ray le dijo a Mariela que tenía que ir a pagar algo, aunque eso solo era una mentira. Ray bajo del coche y fue de nuevo a la cafetería, esperaba que Lily aún se encontrara ahí.

—Lily.

—Si Ray.

—Hace rato que comentaste lo del baile sorpresa se me ocurrió una idea.

—Dime.

—Quiero cantarle a Mariela una canción. Pero ella no se puede enterar. ¿Podrías ayudarme?

—Por supuesto Ray, además creo que es una estupenda idea.

—Después que tenga un poco de tiempo libre me pongo de acuerdo contigo.

—Está bien Ray.

—Bueno me voy.

—Adiós.

Citas con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora