La semana paso demasiado rápido o al menos eso le pareció a Mariela que estaba feliz de ver al club de las locas.
-Mariela por favor déjame llevarte.
-Ray puedo irme perfectamente en un taxi, además vienes muy cansado de la oficina.
-Eso no importa voy a estar más a gusto si te llevo y sé que no corres ningún peligro.
-Está bien pero...
-Y por favor me marcas al celular cuando quieras que vaya a recogerte.
-No creo que sea necesario una de las chicas puede traerme.
-De eso nada para eso estoy yo amor.
-Ray es en serio no quiero que te molestes en ir por mí.
-No es molestia de verdad.
- ¿Porque quieres ir por mí?
- ¿Ellas van a tomar alcohol?
-Claro que no.
- ¿Estas segura?
-Bueno yo...
-No lo estás ¿verdad? Entonces voy por ti.
-Ray solo confía en mí, no va a pasarme nada.
-Confió en ti pero si ellas toman y te traen no quiero que te pase nada.
-Está bien amor.
Ray dejo a Mariela en la puerta de un restaurante de comida china al que nunca había ido.
- ¿Un restaurante de comida china?
-A las chicas y a mí nos gusta. Te quiero cariño.
-Y yo a ti Mariela.
Le dio un beso y espero a que ella entrara en el restaurante para poder irse.
Yolanda, Christina y Miranda no habían cambiado eran las mismas locas de siempre aunque cada una vivía separada siempre estaban en contacto la una con la otra.
-Es una alegría volver a verlas chicas. Dijo Mariela.
-Tantas cosas que han pasado en estos años, tantos malos amores pero que bueno que tú encontraste a un hombre que te hace feliz, te lo mereces Mari después de tanto imbécil ya te tocaba un hombre decente y que te amé. Dijo Miranda a punto de llorar.
- ¿Te encuentras bien Miranda? Preguntó Mariela.
-Lo que pasa es que su marido la dejo. Dijo Yolanda.
- ¿Pero porque te dejo? Preguntó Karla.
-Porque tenía otra vieja. Dijo Christina. -Malditos hombres le entregas todo y no lo valoran, en verdad es una suerte que hayas encontrado a Ray por como lo describes se podría decir que es el hombre perfecto.
-Si existiera el hombre perfecto, claro está. Su defecto es que es adicto al trabajo pero lo amo que le voy a hacer.
-Hay el amor. Dijo Karla suspirando.
- ¿Estas saliendo con alguien Karla? Preguntó Yolanda.
-Por el momento no pero ayer que Salí de antro y conocí a un chico lindísimo, se llama Neal.
-Queremos que después nos cuentes todo sobre ese Neal en caso de que llegue a haber algo. Dijo Christina.
-Por supuesto chicas. Dijo Karla sonriendo.
-Mariela has visto vestidos de novia. Dijo Christina.
-Si pero la verdad es que no me ha convencido ninguno. Chicas quiero que me acompañen y me den su opinión.
-Por supuesto. Contestaron todas al unísono.
-Solo dinos cuando.
-Pueden el miércoles de la semana que viene.
-Yo sí. Dijo Christina.
-Yo también. Dijo Miranda.
-Yo no, lo siento Mari es que tengo que trabajar. Dijo Miranda.
- ¿Y tú Karla? Pregunto Mariela.
-Por supuesto que voy.
-A chicas y cuento con que todas sean mis damas.
-Claro que cuentas con nosotras.
Después de platicar por mucho tiempo se pusieron de acuerdo con la hora en la que se verían la semana siguiente.
-Quieres que te lleve Mari. Dijo Miranda.
-Gracias Miranda pero Ray va a venir por mí.
-Pero no es necesario que venga yo puedo llevarte.
-Está bien me voy contigo.
Media hora después ya estaba en su casa y despidiéndose de Miranda, realmente se la había pasado genial con sus amigas. Abrió la puerta de su casa y se sorprendió de ver a Ray enfrente del televisor.
-Mariela ¿Pero porque no me llamaste?
-Te dije que no era necesario que fueras por mí y que una de las chicas podía traerme.
- ¿Bebieron?
-Claro que no que crees que mis amigas son unas alcohólicas.
-Por supuesto que no yo...
-Ray vengo muy cansada me voy a dormir.
Mariela se dirigió al baño, se cambió se puso su pijama color rosa, se lavó los dientes y se desmaquillo, cuando salió Ray la estaba esperando. Ella paso por un lado de él y se acostó en la cama, él se metió al baño, se lavó los dientes y se puso un pijama de cuadros grises con negro después de salir fue a la cama y se recostó a un lado de Mariela.
- ¿Qué tanto hicieron? ¿Por qué tardaste tanto en llegar?
-Solo tuvimos una charla de chicas tenía mucho que no nos reuníamos.
- ¿De qué hablaron?
-Ray de verdad tengo mucho sueño. Buenas noches. Dijo dándole un beso.
Ray no entendía muy bien porque Mariela se portaba de aquella manera si él solo quería protegerla.
- ¿Cómo son tus amigas? Y ¿Por qué aun no las he conocido?
-Después las conocerás, es más el miércoles que viene voy a buscar un vestido de novia si quieres las invito a la casa para que las conozcas.
-Si así estaré más tranquilo.
- ¿Como que más tranquilo?
-Más tranquilo de saber con quién sales.
- ¿Qué clase de personas crees que son mis amigas?
-No lo sé pero pronto saldré de dudas.
- ¿Qué dudas? ¿De qué hablas Ray?
-Creo que podrían ser mala influencia para ti.
- ¿Mala influencia?
<<Que carajos le pasa a Ray, porque juzga a mis amigas esto está yendo demasiado lejos no voy a permitir que se meta con ellas ni siquiera las conoce>>. Pensó Mariela.
-Deja de juzgar a mis amigas Ray.
-Mariela...
-Nada Ray a y otra cosa siento que me quieres tener vigilada y eso no me gusta para nada.
-Amor no es eso.
-A ¿no? Porque siento que si es así.
-Claro que no, solo que me preocupo por ti.
-A veces odio que te preocupes tanto por mi si solo estoy embarazada, sabes ya no soy una niña y se cuidarme.
-Mariela...
-Nada Ray. Me quiero dormir.
ESTÁS LEYENDO
Citas con el jefe
RomanceMariela Castillo es una secretaria eficiente, una persona que contagia su felicidad a todo el que la rodea. Su jefe Ray Preston es el tipo de hombre adicto al trabajo y vive con el estrés al tope. Y después de tener varias citas con Mariela se empie...