Capitulo 2. Malos amores.

20.7K 962 3
                                    

—iNo! claro que no lo soy me siento extraño hablando de esto contigo.

—Lo raro es que un hombre en pleno siglo xxl se ruborice al hablar de sexo. Puedo saber con cuantas mujeres tu...

—He tenido sexo, bueno fueron unas 5 o 6.

—Wow eras un mujeriego jefe y ¿te enamoraste de alguna de ellas?

—Creo que se te hace tarde para tu comida.

—No importa que espere.

—Y si no lo hace y se va.

—Que se vaya.

—Y si se va y no te vuelve a buscar.

—Hay millones de hombres disponibles.

—¿Y tú te has enamorado de alguno de esos tipos con los que tienes sexo?

—Vaya el jefe deja de tener vergüenza.

—Te contesto si tu me contestas.

—Esta bien. Dijo Mariela molesta por el chantaje. —Me enamore de mas de uno a pesar de que jure que jamas lo haría porque los hombres solo enamoran a una mujer y cuando consiguen acostarse con ella la dejan embarazada y se van.

—¿A ti te paso eso?

—No de hecho a mi madre.

—Ya recordé que me dijiste que no tenias padre.

—Bueno supongo que lo tengo pero no se donde se encuentra y no me importa saberlo pero bueno la primera, la segunda, la tercera, la cuarta y quinta vez que me enamore fue lo mismo solo me utilizaron, la verdad no se como mi corazón aguanto tanto dolor creo que conmigo no aplico eso de cuando cometes un error aprendes la lección, bueno al menos no en esas 5 veces ahora solo juego con los hombres y no salgo lastimada, ya no.

Ray noto en el rostro de Mariela tristeza al decir aquello pero enseguida cambió de actitud y miró a la Mariela alegre de siempre.

—Y bien jefe tu turno.

—Bueno me enamore de dos con una no funcionó y ambos decidimos dejarlo y con la otra... Nos íbamos a casar pero al final me dijo que prefería a otro yo me esmere en hacerla feliz, era detallista pero aun así se fue y con un golpeador que la hizo abortar en mas de una ocasión después regresó a pedirme perdón.

—¿Y la perdonaste jefe?

—Si, pero ya lo nuestro no podía funcionar.

—Vaya y ahora estás solo y eres adicto al trabajo.

—Me gusta el trabajo.

—Y a mi también me gusta trabajar aquí, tengo compañeros increíbles.

—Si, le hablas a todos los de la oficina.

—Pero no soy adicta al trabajo. Y bien ¿vamos a bailar?

—Pero solo una hora.

—Genial pero no puedes llevar celular.

—¿Que?

—Se supone que vamos a ir para que te relajes un poco así que nada de trabajo. No creo que suceda algo malo por una hora en la que estés sin tu celular. Entonces tenemos una cita.

—Esta Bien.


Citas con el jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora