Tanto Amelia Blight como Lucia Noceda no creen mucho en las estúpidas palabras del "amor", no después de las malas experiencias que pasaron en su adolescencia.
La relación de esas dos era en extremo tóxica, y siempre que alguien les preguntaba si te...
Embarrando su tostada von mantequilla, Lucia subió su mirada hacía la peli lila que volvió a hablar cuando obtuvo su atención:
—Hable con el equipo de Grudgby. Dijeron que harían una pre-fiesta por el partido que tendremos el sábado. Sé que no te gustan las fiestas, pero quería preguntarte sí querías ir conmigo.
Lucia al oír la invitación miró otra vez su tostada para pensar.
Odiaba las fiestas. Odiaba el ruido fuerte de las bocinas, el olor a alcohol y los miles de muchachos ebrios que se le acercaban con cada pasó que daba. Cada cosa que pasaba ahí le traían malos recuerdos y le revolvía el estómago.
Amelia, al ver que la mirada café de la castaña se envolvía en miedo se retracto de su invitación.
—No tienes que ir si no quieres... —Toco su hombro cuando la humana dijo:
—¿Puedo cantar ahí? —Sus ojos se llenaron por un momento de un poco de ilusión.
—Oh. Ah... Claro que sí —Sonrió y luego rio—. De hecho, las chicas del equipo me habían preguntado si podrías ir a cantar.
—Bien. Obvio estaré ahí. —Señalo a la chica y luego le guiño el ojo.
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—Iremos en mí motoci...
—No. Iremos en mi auto.
La sonrisa de Lucia se borro cuando vio a la peli lila subirse al auto negro sin ninguna intención de acercarse a su motocicleta.
—¡Vamos! ¿Te da miedo la adrenalina, Amelia? —Le lanzó una mirada retadora para provocarla, pero Amelia la ignoro.
—No. Me da miedo tener otra multa por exceso de velocidad. —Le lanzó una mirada dura y amenazante.
—Respeta el flow, Amelia.
—Sabes que no se español.
Lucia bufo y rodo los ojos.
—¿Vas a subir o no?
—Bueno, bueno. —Resignada, la Dominacana se subió al vehículo y se puso el cinturón de seguridad. La peli lila sonrió victoriosa y encendió el auto para ir camino a la fiesta del equipo.
La radio se encendió, en la cuál empezó a sonar "Dandelions" mientras iban por la carretera.
—Amo esa canción. —Admitio Lucia, sonriendo.
—Yo también —Su contraría también sonrió, golpeando el volante con sus dedos en ritmo de la música—. Maybe it's the way you say my name..
—Maybe it's the way you play your game
—But it's so good
—I've never known anybody like you... But it's so good
