▪️°~15~°▪️

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La noche de ese viernes pasó rápido, muy rápido. Entre bebidas, canciones y bromas.

No era sorpresa para nadie que Amelia siga cuerda después de varios tragos. En cambio, Lucía ya había perdido la conciencia con los 3 primeros vasos. La ansiedad se volvió un juego para ella. La pena se había ido y el alcohol la había consumido.

Una carretera oscura, vacía, un auto bajo miles de estrellas y Amelia fueron suficientes para cumplir una de sus más grandes fantasías.

Sexo en un auto bajo la luna.

Besos. Besos húmedos y calientes que le hacían cosquillas en todo el cuerpo. La mano de su contraría sostenía su mejilla mientras la suya sostenía con fuerza uno de sus muslos.

—Espera. —Dijo la peli lila, mirando los ojos encendidos de Noceda.

—¿Qué pasa? —Su voz ronca hizo a la Capitana temblar de deseo.

—Estas borracha.

—¿Y?

—No quiero aprovecharme de ti.

La morena rio, entrecerrando sus ojos mientras sostenía la mejilla de la chica.

—¿Y quién te dijo que te aprovecharías de mí?

La chica se apartó un poco confundida.

—¿A qué te refieres?

—¿Qué quién te dijo que mandarías está noche? —Negó con la cabeza mientras chasqueaba la lengua—. Ve a los asientos traseros.

—¿Disculpa?

—Qué vayas a los asientos traseros.

—No iré a ningún lado. —Se cruzo de brazos, sin intenciones de moverse de su asiento.

—Mira Amelia, no lo volveré a repetir: Muévete y pon tu lindo trasero atrás.

—No.

—Que vayas atrás dije.

La Blight la miró fijamente, mirando sus ojos que demostraban que no se iba a resignar tan fácilmente cómo otras veces.

Gruño, —Bien, maldita sea.

Y si más se giró y cruzó los asientos, recibiendo en el proceso una nalgada de Noceda que la hizo gritar de sorpresa.

—Buena chica.

—¿A qué quieres llegar con todo esto, Noceda?

Antes de que se diera cuenta Lucia se había lanzado de los asientos traseros hacía ella. Con sorprendente fuerza la acorralado contra los asientos, tomando de nuevo sus labios como antes.

Blight se sorprendió en grande, pues era la primera vez qué ella tomaba la iniciativa de está manera. Supuso que era el alcohol en el ayudándola.

Sin más que hacer se relajo debajo de sus brazos. El auto era más pequeño que su cama, así que estaban bastante apretadas entre ellas mientras se besaban de manera frenética.

Entre besos Lucia movió su mano hacía la camisa de la chica debajo de ella. Sin pudor algo la levantó junto su sostén para alcanzar su pecho. La escucho gemir sobre sus labios ante la acción y la sensación de placer que le provoco.

Amelia no se quedó atrás. Ella tomó su camisa y la jalo hacia arriba junto con su top. Iba a tomar uno de sus pechos cuándo Lucia tomó su muñeca.

—Ah, ah. Está noche yo soy la qué manda.

—Luci...

Y antes de que pudiera siquiera terminar de decir su nombre volvió a besarla, invadiendo su boca con su lengua lo más profundo que pudo para callar cualquier cosa.

🖤~Crazy In Love~🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora