Tanto Amelia Blight como Lucia Noceda no creen mucho en las estúpidas palabras del "amor", no después de las malas experiencias que pasaron en su adolescencia.
La relación de esas dos era en extremo tóxica, y siempre que alguien les preguntaba si te...
—¡Lo sé! —Chillo la morena, caminando por el campo de pasto—. Mí abuela, patrona de la familia, la cabeza de todo, ¡Tuvo un romance con una chica a nuestra edad!
—Su historia es tan genial... Y al mismo tiempo tan triste. —Su mirada bajó un poco.
—Lo sé... Es tan triste lo que pasó con ella y esa chica.
—Los paralelismos son tan similares —Llegaron a un árbol grande, dónde había un tractor viejo en su sombra. Ambas se sentaron contra el tronco—. Pelirroja con ojos verdes. Morena Dominicana castaña.
—¿Qué estás pensando, Ams? —Pregunta la chica morena, mirando con ojos preocupados los apagados de su novia qué admiraban el pasto.
—Suena tonto, ¿Ok? —Dijo rápidamente, finalmente mirándola a los ojos—. Digo, es algo totalmente idiota. Pero...
—¿Crees qué podría pasarnos lo mismo?
—¡Titán, no! —Exclamó rápidamente, casi gritando—. Ni el Titán quiera.
—Pero lo pensaste...
—Luci, en mí presencia, no lograrán qué me aleje de tí —La miró con seguridad, tomando su mano con fuerza—, ni siquiera ese estúpido pretendiente qué tiene tú familia para tí podrá evitar que me separé de tí.
—¿Sabes lo mucho qué te amó?
Ambas sonrieron.
—Yo te amó más.
—No... Yo te amo más.
—No. Yo te...
De repente, una camioneta repleta de personas y con una música realmente alta entro al campo. Chicos jóvenes y algunos adultos salían del auto mientras Amelia los miraba confundida. En cambió, Lucía sonrió emocionada.
—Ya llegaron.
—¿Quienes llegaron?
—Mis primos.
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La casa de Los Noceda se había llenado de gente rápidamente. La camioneta que llegó solo fue el primer lote, porque poco después más y más personas empezaron a llegar; tíos y primos de la latina llenaron la casa junto con bandejas de comida y un equipo de sonido que no dejaba ningún rincón de la casa en silencio.
La peli lila miraba todo con ojos abiertos, simplemente sorprendida por la cantidad de personas en el lugar. Al parecer, aparte de las tías Doris, Soledad e Hilda Lucía tenía más tíos y familia de la que creía. Calculaba qué la abuela había tenido un total de 5 a 8 hijos.
—¿No hace mucho ruido?
—¡Acaso no es increíble! —Grito la morena con total emoción—. ¡Mira! —Tomó la mano de la chica y la arrastró entre la multitud hasta un grupo de chicos.
