✨ 12. Deseos inesperados

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Doble actualización 2/2

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Los gritos no se hicieron esperar.

Sumida en una espesa oscuridad, los sonidos de sillas y cuerpos cayendo se volvían desesperantes al no lograr ver nada alrededor. Me paralicé hasta que sentí a alguien caer a mi lado.

Todo era como un terrible y espantoso deja vú.

—¡Agáchate! —La chica con la que hablaba antes, había saltado la barra, escondiéndose acurrucada en un rincón.

Me cubrí los oídos para minimizar los ruidos y pensar con claridad. Los lloriqueos de mi compañera no estaban ayudando.

Frente a nosotras, alguien saltó desde arriba de la barra y ambas chillamos al mismo tiempo.

—Tranquila Amira, soy yo. —La voz de Geb llegó a mis oídos, y buscándolo a tientas me aferré a su cuello, murmurando su nombre con angustia—. Desea algo Alana. Detén esta locura —susurró.

—¿Qué? ¿Qué cosa?

—¡Lo que sea! —gruñó en voz baja aferrando sus manos en mis mejillas. La oscuridad era tan densa que no podía verlo frente a mí, pero el ligero brillo de sus ojos, me hizo encontrarlo en la negrura.

No tenía tiempo para pensar y el sonido de las armas me estaba nublando las ideas, así que dije lo primero que se cruzó por mi cabeza.

—Deseo... que las armas no puedan funcionar.

Al segundo después se hizo el silencio. Solo quedó el ruido de los gritos de las personas que huían con desesperación.

—¡Está aquí! —bramó una voz potente—. ¡Encuéntrenlo!

Me paralicé de terror. Esos tipos, sean quienes sean, también buscaban a Geb. Estaba segura de eso.

—Debemos irnos —chillé.

Geb me tomó de la mano y me arrastró por detrás de la barra en dirección a los pasillos del casino, al vuelo, agarré a mi compañera y la tiré junto con nosotros. El resto del personal se había dispersado por el lugar, refugiándose en alguna parte. No sabía dónde estaba Will o mis otros compañeros.

—Geb, ¿cuántos...?

—Dos —respondió adivinando mi pregunta.

—Deseo que vuelva la luz.

De inmediato, las luces del casino se encendieron iluminando el salón. Por un momento, todo el mundo quedó paralizado ante la repentina claridad del lugar, para luego seguir corriendo despavoridos.

Geb me abrazó protegiéndome con su cuerpo, mientras yo me encargaba de arrastrar a mi compañera que farfullaba incoherencias.

Miré sobre mi hombro un instante y reconocí a los mismos atacantes de la última vez. Capuchas rojas, armas automáticas y vestidos completamente de negro, se paseaban por el sector empujando gente y pateando mesas. Nuevamente parecían estar buscando algo.

Buscando a Geb.

Alcé la mirada y vi el perfil de su rostro contraído por la concentración. Su mirada causaba temor, concentrado en el único objetivo de salir de aquí.

Caminábamos a paso rápido en dirección a la puerta que daba al interior del casino. Antes de llegar, esta se abrió de golpe y Jayden apareció con gesto alarmado al ver el caos.

—¡Qué rayos...! —Su mirada chocó con la mía cuando llegamos hasta él, Geb lo tomó del brazo y lo arrastró junto a nosotros recorriendo el pasillo.

[#1] La promesa de un deseo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora