El diario de Camila Mendoza Pinzón

Aprender: Capítulo final.

01 de Julio del 2015

- Cami lo lamento tanto -dijo Paula apareciendo de la nada en el recreo, la estuve evitando por unos días hasta que finalmente me encontró- de verdad lo siento mucho, por favor, no pienses que tuve algo que ver. Te juro, y te lo juro por mi mamá, que no tenía idea de nada.

-¡wow! ¡¿De qué hablas?! ¡cálmate! -dije espantada- me asustas ¿Qué pasa?

- ¡Ay no te hagas Camila! ¡Somos amigas! ¡Pudiste habermelo contado y hubiera estado de tu lado! -me recriminó ofendida

- Pau, discúlpame pero realmente no entiendo de lo que estás hablando.

- ¡De Fernando y tú! -soltó poniendo los ojos en blanco.

- Ah eso -dije sin emoción.

-Cami de verdad no sabía nada y no puedo entender como es que Fer pudo...

-Tranquila -la interrumpí- ya pasó, estoy bien y tu hermano también.

-La verdad es que no Cami... -confesó con su mirada clavada en el suelo- es más, te busqué porque Fernando no ha estado bien... Está triste ¿sabes?

- ¿Y a mi qué?

-Pues, no lo sé... Pensé que se querían, es decir -hizo una pausa intentando buscar las palabras correctas- Cami, escucha, jamás abogaría por él solo porque si y menos sabiendo que puede llegar a ser una persona terrible pero, creo que él está enamorado de ti y solo quiere hablar contigo.

-No me importa

-Al menos contesta alguna de sus llamadas o mensajes ¿si? ¡Grítale! ¡Insúltalo! ¡O algo! ¡No sé! por lo menos dejale en claro tu postura -pidió entristecida- Es primera vez que veo a Fernando así y la verdad es que me duele.

Acababa de darme cuenta por las palabras de Paula, que podía vivir perfectamente sin celular. Hace unos días lo apagué con el fin de desconectarme de todo y desde entonces no lo volví a prender hasta hoy, que debo llevar unos 4 o 5 días en total.
Así que realmente no tenía idea de los mesajes y llamadas de Fernando.

-Eres su hermana Pau, sinceramente no veo porqué debería creerte -musité- y lo siento si te hago sentir mal, no es mi intención, pero si estuvieras de mi lado como dices, no estarías haciendo esto.

- Está bien, lo entiendo y no abogaré más por él porque se que no lo merece. Solo piénsalo ¿si? Y por favor, no me quites tu amistad, jamás he conocido a una persona con quien pueda ser yo y eso lo aprecio mucho.

La abracé fuerte, necesitaba un abrazo de ella en mi malestar, sin embargo, no quería que pasara por el conflicto de tener que escoger entre su hermano y yo.
Realmente nunca había tenido una amiga y no quería que por Fernando, nuestra amistad se viera comprometida.
Fuimos al salón y vi que casualmente Gabriel pasó por su lado y le tomó la mano.
¡Sabía que algo pasaría entre ellos!

"Tienen que contarmelo todo" les susurré antes de que la maestra comenzara con su clase.

El día transcurrió normal, Gabriel y Pau me contaron que algo sucedía entre ellos pero que solo dejarían que fluyera, sin presiones.

Soy feliz por ellos.

La última clase terminó y me llevé una sorpresa al ver a papá, con el moderno traje negro que le regaló mamá para su cumpleaños, esperándome de pie frente al carro a la salida de la escuela.

-Buenas tardes doctor Mendoza ¡Que milagro tenerlo por acá a estas horas! ¿cómo le va? -pregunté con fingida cordialidad acercándome a él. Al parecer a papá le sorprendió mi actitud.