"La ganancia de una persona, es la pérdida de otra"

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En días pasados escuché al actor principal de una conocida serie de televisión expresar su opinión sobre su compañero quien interpreta un papel secundario en el show de televisión donde ambos aparecen, ahí el más popular afirmó que la salida del segundo abría la oportunidad a otros aspirantes a ocupar dicha posición en ese "show".

Presté atención a sus palabras en especial la postura sobre su principal argumento que resumo en la idea

"Lo que pierde una persona es la ganancia para alguien más"

En esa entrevista ese "protagonista" utilizó como ejemplo la rueda de la fortuna de las ferias en la cuales los objetos quienes están arriba caen indefectiblemente y son arrebatados por quienes están esperando en la superficie.

Una vez leí una reflexión acerca del comportamiento humano, se trata sobre la fascinación de las personas sobre los héroes, de como todos esperan el nacimiento de uno, disfrutan su ascenso, de su tiempo en la gloria donde son los seres idealizados de una historia, con un efecto pigmaleón donde muchos son capaces de seguir a estos ídolos hasta convertirlos en parte de su propia identidad.

Pero esta sensación de devoción a esa entidad solo es superada por otro sentimiento aún mayor, el deseo permanente de ser testigos de la caída de ese ser erigido en héroe, el espectador espera verlo en el suelo y suele contentarse en la idea de que el más elevado de los seres no deja de ser un individuo al garete de la fatalidad o las circunstancias.

Así bien ¿cuál es el trasfondo de esa manera de pensar? y ¿por qué nos gusta ver caer a las personas del pedestal de donde se encuentran encumbrados?

Las dos son preguntas difíciles, buscar la respuesta de por qué la desgracia de alguien más resulta en una oportunidad para los demás se centra en la idea gentrificada sobre la cual hemos montado nuestra civilización la meritocracia.

Este último es un concepto sobre el cual la evidencia demostró es una idea fundamentalmente equivocada, tanto en la forma como en el fondo, primero debido a que no existe tal cosa como ganarse las cosas sin tomar en cuenta que el logro de un individuo en SIEMPRE (si así en mayúsculas" es el conjunto de una serie de circunstancia favorables, entre ellas por supuesto las condiciones materiales para hacerlo sin las cuales sería posible realizar determinada acción y dos porque no hay tal cosa como el de merecer las cosas, ningún logro permanece ajeno al esfuerzo de los demás.

No se malentienda también creo que en esta ecuación existen componentes de voluntad, esfuerzo, y dedicación, pero solo son aplicables a un grupo de individuos más o menos parecidos dentro de la pirámide, la diferencia casi siempre (para no sonar fatalistas) lo hacen otros factores, de los cuales no tenemos ningún control.

Hay una cultura extendida sobre aprovechar las oportunidades que dejan los demás, ya sean si las pierden o si no son capaces de tomarlas por determinadas circunstancias, la verdad es que no me siento cómodo con esa postura, sin embargo, la mayor de las veces no sabemos de cómo nuestras comodidades descansan sobre el sufrimiento ajeno.

No simpatizo con quienes creen que existen este tipo de oportunidades, pero creo que hay ciertas situaciones favorables hacía unos individuos en contra de otros, finalmente apelando al texto bíblico con la vara que medimos seremos juzgados y un poco más.

Pero claro la mejor opinión es la tuya.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2022 ⏰

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