ACORDAMOS EN NO ESTAR DE ACUERDO.

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Pensé mucho acerca de este tema, la última reflexión fue acerca de por qué (creo yo) es importante cambiar de opinión si la dirección o los hechos apuntan hacia una dirección, pero también la dificultad que conlleva debido al sesgo de confirmación incrustado en todos nosotros (vemos, pero no vemos).

Lo peligroso de la definición anterior se debe a que nuestro marco de creencias forma una pared cognitiva capaz de silenciar cualquier voz disidente de la narrativa que hemos conformado para entender la mirada apreciativa de las creencias de nuestra vida.

Esta reflexión como el resto de los análisis o ensayos adolece de la falacia conocida como narrativa por tratar de resumir los eventos de la realidad en historias particularmente conocidas para forzar una narrativa hacia un punto en particular.

Pero al menos su servidor, les advierte sobre este sesgo mientras usted lee las presentes líneas, sobre advertencia no hay engaño:

Para demostrar la premisa de ¿por qué es difícil cambiar de opinión para la mayoría de los individuos? Esto es ceder a un razonamiento diferente al propio, me voy a valer de un ejemplo utilizado en otras disciplinas como la filosofía y el derecho cuando intentan determinar el concepto de la palabra realidad y apelan a su chauvinismo factual, este es el ejemplo:

Imaginemos a los peces dentro de un estanque, de un rio o un lago estos son incapaces de advertir sobre el agua alrededor de ellos, debido a que siempre han vivido ahí, carecen de otra perspectiva para decir sobre si están o no dentro del agua, el concepto de inmersión no es posible de concebir porque su marco referencia esté constituido por los valores implícitos en la cultura, en su educación junto a prácticamente cualquier aspecto de su vida, todo eso en conjunto conforma una narrativa sobre la que fundamos la mayoría de nuestros juicios y los cuales por supuesto los defendemos de otras opiniones, la mayor de las veces nos convencemos de lo que creemos creer.

Pero entonces como podemos ser capaces de defender genuinamente una postura sin actuar movido por el sesgo de confirmación, si como supuse al principio no sabemos que no sabemos, para lo anterior ofrezco dos maneras para luchar contra esa orientación a no pensar apropiadamente

El primer paso:

El de ser honesto intelectualmente (si ya sé que hablo de esto siempre, pero es parte del botiquín de los primeros auxilios para pensar con claridad) partiendo de la base de revisar cada uno de nuestros argumentos y contrastarlos con las posturas que sostienen una tesis contraria, en este punto debemos ser capaces de aceptar la evidencia incluso si esta se opone a nuestras creencias más enraizadas o si revienta nuestro ego como un globo.

El segundo

Analizar la base de nuestra tesis, esto es, si la misma está fundada sobre la evidencia (siempre citada) y además si nuestro pensamiento está organizado en premisas claras capaces de oponer a otro razonamiento en sentido inverso sin apelar a la falacia ad hominem o peor a la tendencia actual de ridiculizar al oponente antes de siquiera escuchar sus argumentos, con el malo no se discute ni se debate.

Dicho lo anterior si logramos pasar nuestra postura a través de estos filtros, pero conservamos nuestra postura original (incluso con ligeras modificaciones) y a pesar de ello antagonizamos con una narrativa diferente, ojo no estoy asumiendo de que ninguna de las partes tenga razón, esto es posible no aceptar la tesis propuesta y aun así conservar la civilidad, podríamos llegar al nivel superior de civilidad (eso creo) de estar de acuerdo en no estarlo.

Sin embargo, me gustaría hacer una pausar para aclarar de que la idea de estar en lo "correcto" o tener "razón" se cimenta sobre el criterio antropocéntrico de entender la realidad (lo que sea que ello signifique), quién se cree estar más cerca de los hechos es por lo general el que al menos en principio sostiene lo correcto y el tener razón.

Resulta complicado emprender la cruzada de una verdad indubitable con excepción de aquellas explicaciones del mundo natural donde abunda la evidencia y en donde hasta ahora no tenemos ningún caso de hipótesis nula, pero estas son las excepciones de una infinidad de posibilidades ya sea, tesis, propuestas, y afirmaciones sobre las cuales se puede ir en un sentido o en otro.

Probablemente fuera del mundo natural será muy complicado establecer una verdad a la cual no puede oponerse un contraejemplo, pero en cualquier caso es fundamental ser respetuoso con la opinión del otro incluso si esta es fundamentalmente opuesta a la nuestra, mirar sobre la búsqueda de una verdad ulterior en lugar de preocuparse por ganar la discusión, es la esencia en Acordar en Desacordar.

PD. En el presente análisis no se incluyen los discursos para incitar el odio, el resentimiento o el subyugar a otro ser humano por una idea, política o social.

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