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Capitulo 3 - Streets

Estaba cenando cuando alguien tocó la puerta, y fuí abrir ¿Steve? ¿Que hacía el aquí?

– Lo siento molestarte pero queria saber...

– ¿Viniste a las 10 de la noche nada mas para preguntarme algo? ¿Es encerio, Harrington?

– Pues nada más queria decir te algo que Robin se niega a decirte, pero pues...

Y se fue, y justo cuando se estaba yendo me quedé con la duda, a que se refiere con algo que no me quiere decir Robin, es raro.

– ¿Quien era?

– Steve, a las 10 de la noche, dios.

– Tal vez era algo urgente.

– Te lo juro que no lo era.

– ¿Okey?

– Mejor vamos a dormir.

Si, nos dormimos muy temprano, claro, por que mañana teníamos clase.

Antes de acostarme tomé mis pastillas, no piensen que me drogo, solo son para dormir pacíficamente.

Subí y me acosté, al ratito me dormí.

En la mañana, desperté, y esta vez le gané a Nancy, me levanté primero que ella, aunque me había despertado primero que ella quería hacerlo todo rápido así no se despertaba, me cambié, salí de la habitación y bajé.

Comí unos panqueques, mi mamá sabe cocinar muy bien.

Y después ví como Nancy bajaba.

– Que sorpresa, la bella durmiente despierta temprano.

– ¿Y tu? Nancy Wheeler que se despierta tarde.

– Mejor vayan a despertar a Mike.

– ¡Yo voy!

Subí hasta la habitación de Mike.

– ¡Mike! – grité, creo que casi lo mato de un infarto.

– Te juro que si no fueras mi hermana, te mataría.

– Ay, hoy el chico se despertó con ganas de asesinar.

– Si, si, mejor ya vete.

– Oh, si claro que me iré.

Bajé, ya Nancy me estaba esperando para irnos, si no bajaba Mike, nos iríamos.

– ¡Apúrate! – grité desde abajo.

– ¡Ya voy! – grito.

– Mejor ya vámonos.

– ¡Okey!

Salimos y las dos nos subimos al auto, y ahí venia Mike.

– La próxima tengan un poco mas de paciencia.

– Yo no tengo nada que ver, fue Nancy la impaciente.

– ¡Mentira! Tú dijiste que estabas apurada. – Me señaló con el dedo.

– Ey, no mientas vos me dijiste “mijir yi viminis” así que deja de decir mentiras.

– Pero vos también estabas apurada, aparté me dijiste “Okey”.

– ¡Ya dejen de pelear!

– ¡Tu cállate que vos empezaste!

Llegamos a la preparatoria, me bajé del carro y caminé hacía la entrada, llegaría tardé a la clase de historia, y la verdad es que no quiero que la maestra me castigue.

Entré y lo primero que hice fue dejar mis cosas en mi casillero.

– ¡Hola! – Dijo Robin, la verdad es que pensé que hoy no vendría.