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Capitulo 10 - I wanna be your

Desperté, me levanté y me cambié, Domingos, odio los domingos, en fin,  salí de mi habitación, la verdad, es que no sabia la hora y todo se escuchaba tan silencioso, cuando bajé, no había nadie, así que tome mi mochila y salí, caminé un buen rato, hasta llegar a un parque y me senté en un banco, me puse mi Walkman, apreté reproducir, mi música favorita, i wanna be your.

Tengo que admitir, que algunas veces, me imagino cosas escuchando música, es raro pero bueno.

La verdad es que estaba tan metida en lo que decía la canción que no me dí cuenta que Max estaba al lado mio.

– ¡Hey! – No se si me quiso asustar, pero si lo quiso hacer, si me asusté.

– Hola Max ¿Cómo estás?

– Hola Tiffan, super bien ¿Tú?

– Bien, un poco triste.

– ¿Por que?

– Cosas personales.

– ¿Okay?

Pasamos un buen rato hablando, y otras cosas, y oh por dios, había policías yendo en dirección a mi casa, y lo unico que pensé fue Mi madre seguramente no vio mi carta. Y si, había dejado algo antes de irme,para que no pasará esto, dios mio.

– ¿Que habrá pasado?

– Pues lo unico que pienso es que mi mama llamó a la policía.

Las dos nos miramos y fuimos, y si, estaba en lo correcto.

– ¡Hija! ¿Donde estabas?

– No te hagas la cariñosa, y estaba de paseó por ahí ¿Acaso no leíste mi carta?

– Si, la leí, pero pensé que nos dejabas...

– Ajá, te re creo.

Tomé de la mano a Max, entramos a la casa.

– ¡Ya estoy aquí! Ya pueden irse.

Volví a tomarla de la mano a Max y ahora subimos a mi habitación.

– Tu mama esta loca.

– Yo pensé lo mismo, de hecho, lo sigo pensando.

Las dos reímos, la paso genial con Max, pero aun así, no le tengo la misma confianza que a otros, creo que es por que es unos años más pequeña o no sé.

– ¿Quien te gusta?

– Uff, eso no te la respondo¿Y a vos, quien te gusta?

– Por ahora nadie.

– Mmh, dudoso.

– Ya pero, contestame la mia, yo te respondí.

– Ojo, era con sinceridad.

– Te lo digo con sinceridad ¿Tu me lo estas diciendo con sinceridad?

– Mmh, te lo diré, pero por favor, no le cuentes a nadie, nisiquiera a tu madre.

– Por mi madre no te preocupes, casi nunca le cuento nada.

– Bien, me gusta una chica, si, amm, es de la preparatoria.

– Oh por dios ¿De encerio?

– Si, pero baja la voz, nadie lo sabe.

– Okay. – Susurró.

Sonreí, seguimos hablando hasta las 7 pm, super tarde, se olía que mama estaba haciendo la comida.

– Bueno, mejor me voy.

– Si tu quieres.

– Si, le dije a mi madre que esta vez no me quedaría tan tarde en alguna casa.

– Esta bien.