⛓️EPÍLOGO⛓️

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—Oh Dios, es tan guapo —escucho a mi lado en otra de las largas sillas de playa.

Ruelle, ya tiene 11 meses y justo ahora está con Rachel, Chloe, Steffan y Sussie dentro del hotel.

Rachel le tiene un amor infinito a Ruelle.

Hoy ha hecho que abandonara la habitación que comparto en el hotel junto con Lucien y nuestra pequeña. Luego se llevó a Ruelle, diciendo que estarían divirtiéndose en el área para los más pequeños y que Lucien y yo podíamos desaparecer un rato sin preocuparnos.

Lucien se ha negado rotundamente, pero es porque él tiene una especie de apego hacia Ruelle. Por otro lado, yo confío plenamente en Rachel así que permití que se llevara Ruelle al área para niños.

Hemos viajado por el cumpleaños de Sussie. Nosotros llegamos antes. Ya que el cumpleaños será el día de mañana.

El hotel donde nos estamos hospedando es precioso, pero la verdad, siendo completamente sincera estoy comenzando a cansarme de todos los cuchucheos de las chicas y las mujeres a mi alrededor con respecto a Lucien.

« Lo entiendo, cariño. Sí, está bien guapo, pero ya tiene pareja ¿Vale?»

— Acércate a él. Anda, ve.

« Qué e atrevida.»

Por cosas de la vida y el universo. He tomado asiento justo al lado de un grupo de siete amigas que supongo están de viaje.

Lucien lleva largo rato disfrutando del agua de la playa, ya que no hay mucho sol. De lo contrario no estaría allí. No le gusta mucho llevar sol.

Él está nadando y desde que éstas chicas llegaron y medio le echaron un vistazo se quedaron prendadas.

— ¿Qué? No —una de ella abre los ojos de par en par—. ¿Estás loca? Eso es muy atrevido.

—Oh, vamos Giana. En ésta vida hay que ser arriesgados.

«Sabias palabras, pero dudo que ésta sea la ocasión.»

Aunque no estaría mal encontrarle un lado divertido.

— ¿Hablan del hombre? — señalo a Lucien— ¿Ese?

Llevo mi vista a las chicas a través de mis gafas de sol y algunas me ven extraño.

— Si. Es que es guapísimo —comenta con picardía la que parece la más atrevida de todas.

— Oh, sí. Llevo dos días hospedandome en éste hotel y desde que él llegó he notado que muchas chicas lo miran con cierto interés —me río un poco—. Parece agradable.

— Ya veo —comenta la chica.

En ese momento noto cómo Lucien sale del agua.

—Ah, mira — todas me siguen la onda—. ¡Hey tú! —grito y noto cómo él levanta la vista rápidamente y ve en mi dirección— ¡Si tú! ¿Podrías acercarte un momento, por favor? —me está viendo cómo si me hubiera vuelto loca, pero igualmente camina en nuestra dirección— Ahí viene, tienen oportunidad de sacarle conversación —les digo.

—¿Qué sucede? —Lucien llega al pie de la larga silla. Las gotas de agua caen desde su cabello al traje negro de nadar totalmente aderido a su musculoso cuerpo.

—Ay, hola —sonrío ampliamente evitando su mirada de confusión y luego me desvío—. Mira, éstas agradables chicas llegaron hace unos minutos y se preguntaban quién era el hombre que nadaba tan bien.

No sé quién se ve más incómodo, pero es gracioso. No estoy celosa. Solo me estoy divirtiendo un poco.

«Creo que paso demasiado tiempo con Rachel. Sus locuras se me están pegando.»

LUCIEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora