LUCIEN ✓

⛓️CAPÍTULO 18⛓️

Cuando llegamos a las escaleras que dan al jardín desde nuestro pasillo, nos asomamos por la especie de balcón que está allí. 

— Ahí está — señala Crystal en dirección a Lucien.

— A la verga. ¿Pero qué le pasó?

Escucho a Rachel a mi lado.

Mis amigas han venido detrás de mi.

— ¿Por qué hay tanta sangre? — susurra Lía — No está bien, Jade.

Obviamente no está bien. Salgo corriendo hacia las escaleras y bajo a toda prisa.

Puedo notar a los chicos aún peleándose. Uno de ellos parece llevar las de ganar, uno va contra él, y los otros intentan separarlos, pero les es casi imposible detenerlos.

De un momento a otro me percato de algo extraño en el chico que va ganando, hay algo que se siente diferente en él, y puedo reconocer perfectamente de qué se trata. Sé siente igual que Jay. Está siendo manipulado por Castien.

¿Ahora qué intenta?

¿Provocar a Lucien?

¿O acaso es su culpa que él esté tan mal?

— ¡Eh, tú, idiota! — digo en voz alta y firme.

De inmediato la pelea se detiene. Los cinco chicos que están allí me ven, y solo en uno de ellos puedo ver una sonrisa macabra que puedo distinguir. Aunque ya no siento miedo. No tengo el mismo miedo irracional que solía tenerle. Él se aleja de los chicos empujando al muchacho contra el que peleaba, cosa que genera que los otros chicos allí ayuden al chico herido.

« El pleito lo ha comenzado él. »

Pienso sobre el muchacho que viene caminando en mi dirección. Es alto y algo fornido. Su cabello es castaño y tiene sus manos y ropa manchas de sangre.

— Jade — dice pasando hacia un lado acercándose a Lucien quién solo ve con los ojos levemente abiertos en su dirección.

— No te conozco — digo firme y me apresuro a llegar justo hacia donde él va. Intenta tocar a Lucien, pero yo no se lo permito al agarrar su muñeca con fuerza y empujarlo hacia atrás.

— Qué agresiva — se queja aún con una sonrisa en su cara y mientras soba su muñeca.

— Vete de aquí.

— Él me ha buscado, y me ha enviado aquí. Éste lugar es muy aburrido, y sinceramente éste tipo no me cae nada bien — señala a Lucien —. Me ha atraído la idea de hacer algo de alboroto.

— ¿Ah, sí? — digo entre dientes al acercarme a él y empujarlo contra otro de los bancos que están allí.

— Hey — intenta levantarse de manera agresiva y molesta, pero no se lo permito al ir contra él y poner mi antebrazo derecho con fuerza contra su cuello. Él me mira algo asustado—. ¿Acaso estás loca? ¿No tienes miedo de que él te haga algo?

Sé que se refiere a Castien.

— No. No tengo miedo — dejo claro en voz baja pero siendo igual de agresiva—. Y si has venido a buscar algún recado, dile que deje de hacer estupideces. Si continúa haciendo cosas sin sentido, jamás saldrá de dónde está. Y no me da miedo lo que sea capaz hacerme, al final sé que me necesita.

Luego me aparto y lo dejo ir.

— ¡Estás loca! —grita al irse corriendo.

— Por supuesto. —murmuro entredientes.

Luego poso mi vista sobre Lucien, sus ojos solo ven en mi dirección, pero no se mueve.

Veo a mis amigas solo un poco cerca de él. Así que yo decido acercarme del todo.