⛓️CAPÍTULO 13⛓️

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Un mes después:


Iré al centro de Eosen — le anuncio a Jade. Mientras, recojo los documentos que necesito sobre mi escritorio.

— ¿Trabajo? — pregunta desde su lugar en el mueble mientras se mantiene realizando algún trabajo.

— Solo un poco.

— Ya veo.

Pasan vários segundos hasta que suelto la pregunta que me he debatido hacerle desde hace unos días atrás.

— ¿Vendrás conmigo? — pregunto de una vez por todas.

— ¿A dónde? — suena confundida.

— Ven conmigo al centro de Eosen.

— ¿Hablas en serio? — Jade luce como si estuviera dudando sobre lo que acabo de preguntar — Sabes que está prohibido salir de aquí de esa forma.

— Esa es una regla que impuse yo — aseguro —. No tienes porqué dudar si la razón es esa. No habrá ningún problema.

— ¿Por qué tan de repente quieres que vaya contigo? — su expresión es de total desconfianza — ¿Crees que pueda pasar algo mientras te vas?

— No quiero confiarme — admito.

—  ¿No confías en mí?

Ella deja lo que está haciendo y se acerca plantándose frente a mi.

Yo en mi lugar dirijo una mano hacia su cuello y luego subo a su rostro.

Quiero controlar cada uno de mis impulsos, pero me es casi imposible cuando ella está frente a mi.

— No confío en Castien — lo que digo es cierto —. Que él no haya hecho otro movimiento por un tiempo no quiere decir que no vaya a hacer algo con respecto a tí.

— ¿Tienes miedo de que algo me pase, Lucien? — pregunta con calma.

Tomo una respiración profunda.

— Tengo miedo de no estar presente si algo sucede. Nadie más que nosotros sabemos quién es Castien y lo que puede ser capaz de hacer. No puedo confiarme al dejarte aquí y que pasen... Cosas.

— ¿Qué tipo de cosas?

La mirada en Jade es profunda. Ese color café claro brilla con intensidad en sus bonitos ojos al observarme con gran detalle. Sé que intenta encontrar algo en mi mirada que pueda dejarme en evidencia.

Ella aún no recuerda todo lo que pasó en manos de Castien. He tenido que decirle todo a medias para que no se altere, ni actue de manera en la que no pueda dejarme avanzar hacia alguna solución.

— Cosas que no deben suceder — respondo firme.

— ¿Por qué siento que me estás ocultando algo? — se aleja de mí con un poco de recelo.

— No es inteligente de tu parte preguntarme algo como eso.

— Claramente no es importante para mi si eso es inteligente o no — « Bastante directa. » — . Pero me queda claro que tampoco puedo confiar del todo en ti cuando sé que realmente me ocultas algo.

— ¿Por qué te ocultaría algo?

— Lucien, no soy tonta — responde con suavidad, se aleja un poco más y se dirige hacia el armario de dónde comienza a sacar ropa para meterla en un bolso viajero de color negro que estaba allí y que le pertenece a ella —. Al evadir mis preguntas de la forma en la que lo haces, me dejas claro que me ocultas algo. Eres inteligente, pero mentirme no es tu fuerte.

LUCIEN ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora