LUCIEN ✓

⛓️CAPÍTULO 27⛓️

Después de todo, papá hizo que Lucien se quedara y al final el 26 de diciembre, justamente a las 10 de la mañana, partimos de regreso a la mansión.

No hablamos mucho en el camino, pero no es incómodo. Él coloca música y en algún punto del camino yo me quedo dormida hasta que llegamos.

Justo después de pasar la entrada a la propiedad, me despierto sobresaltada sobre el asiento del copiloto. Cosa que hace que Lucien se preocupe.

Obviamente miento al decir que no ha sido nada.

«Algo ha cambiado por completo. Algo está mal.»

Debo tener demasiado cuidado.

Al bajar del auto noto que todos están de regreso. Mis amigas están allí en el jardín esperándonos.

Ya Rachel parece haber contado que Lucien se ha quedado en casa, así que se ven contentas, incluso Ethan, quien está ahí junto a Lía.

Hablamos un rato sobre nuestras diminutas vacaciones, y luego decidimos que lo mejor será pasar a la mansión. Sorprendentemente no hay nieve ahora en la propiedad, pero el frío es demasiado insoportable. Seguramente va a nevar a fin de año.

- Vamos arriba. Traje regalos desde Canadá - dice Lía con entusiasmo.

- Amo los regalos, amo los regalos - dice Rachel con emoción- Lucien me dió chocolates carísimos, Ethan. ¿Qué me vas a dar tú? - suelta al subir las escaleras.

- Un abrazo es lo único que tengo para ti por ahora -responde él y luego se burla de la expresión de Rachel -. Mentira. Si traje algo para todas, pero está en mi habitación, se los entregaré más tarde en la cena.

Eso contenta a Rachel. Al final llegamos arriba, Ethan sigue hacia el último piso y nosotros simplemente nos quedamos en la habitación que Lía y yo compartimos.

- Éste es de, Sussie.

Escucho decir a Lía, pero honestamente mis pensamientos están ocupados. Tengo un mal presentimiento, así que no he parado de ver por la ventana en dirección al lugar en el que se encuentra Castien. Veo el cielo y noto que se ha oscurecido demasiado. Además, parece estar haciendo tanta brisa que mueve y hace sonar el vidrio de nuestra ventana.

- Jade - Lía me llama-. ¿Qué tanto ves por la ventana?

- Lía tiene razón. Pareces una loca- comenta Rachel.

- Créeme, me siento como una -admito de pronto frente a la ventana. Mi vista fija sobre ese lugar.

«¿Qué debo hacer?»

Me giro sobre mis pies. Tengo la intención de salir de la habitación cuando, de repente, un espantoso dolor atenaza mi pecho, estrujándolo con rudeza, provocando que mi respiración se atasque en mi garganta y vaya a parar de rodillas al suelo mientras me sostengo, intentando pasar el dolor.

-¡Jade! ¡¿Qué sucede?! - Lía sale rápidamente en mi dirección e intenta acercarse.

-¡No te acerques! - grito y levanto una de mis manos haciendo una señal para que se detenga.

Puedo reconocer el sabor de la sangre subiendo por mi garganta y cómo al toserla, sale disparada al suelo. Siento que estoy siendo asfixiada y el dolor se hace mucho más intenso sobre mi pecho. No puedo permitir que Lucien sienta lo que está pasando.

Unos segundos más y mi cabeza, mi mente es aturdida por la voz siniestra de Castien.

-¡¿QUÉ HAS HECHO?! -grita su aterradora voz en mi cabeza- ¡¿Intentas traicionarme, Jade?!

- No - mi voz sale debilitada.

-¡Lo has hecho! Noté el cambio - dice haciendo que mi cabeza y me pecho duelan un poco más-. Te vas arrepentir.