LUCIEN ✓

⛓️CAPÍTULO 17⛓️

Jade:

— ¿Estás preparada?

No lo logro ver absolutamente nada. Todo está sumido en una absoluta oscuridad. Una oscuridad que ya no me asusta.

— Jade, ¿estás preparada?

Una voz femenina se encuentra allí haciendo dichas preguntas que no logro comprender.

La tranquilidad en mi me hace saber que probablemente hay algo mal. No tengo miedo. Y eso es extraño.

Siempre tuve miedo a la oscuridad y lo que hubiera dentro de ella.

Lo desconocido me resulta fascinante, pero a veces perturbador. Y justo ahora estoy en el punto en el que me encuentro sumergida en situaciones que me son completamente desconocidas. La oscuridad parece ser parte de todo, y es lo que más se presenta ante mi, y, aun así... Ya no tengo miedo.

¿Por qué no tengo miedo de estar aquí?

Se siente... Bien.

— Jade.

— ¿Quién eres? — pregunto con suavidad.

— No importa quién sea yo. Lo que importa ahora es que sepas... Quién eres tú.

¿Quién soy yo?

— Sabes mi nombre. Debes saber quién soy — digo con simpleza.

— No es tan sencillo. Eres Jade. Jade Novak. Una chica de 23 años de edad. Alguien hermosa y un tanto peculiar. Alguien inteligente, y creativa, pero... Eso no es suficiente para conocerte.

— Probablemente no lo sea. Pero al menos sabes algo sobre mi. Yo aún no sé quién eres tú.

— Te lo he dicho. Quién sea yo no importa, no ahora.

— ¿Entonces qué es lo que importa ahora? — cuestiono.

— Déjame hacerte una pregunta yo a ti, Jade.

— Bien.

No sé dónde demonios estoy, ni qué hago aquí. Pero no me importa. No tengo prisa.

— ¿Sabes quién eres realmente?

Sonrío al escuchar esa pregunta.

— Probablemente no.

Poco a poco la luz parece regresar a dicho lugar, hasta que de pronto todo se encuentra totalmente iluminado.

Blanco.

Todo es blanco. Una habitación blanca.

— Jade.

Giro mi rostro para encontrarme con la figura de una mujer. Ella está de pie viéndome amable. Lleva un lindo vestido elegante de color rosa pastel, y su postura demuestra firmeza, gracia y elegancia.

— ¿Acaso usted me dirá quién soy en realidad? — pregunto con cierto sarcasmo apropiándose de mi voz.

— Eso es algo que solo tú puedes saber. Pero, necesito saber sí te encuentras preparada para aceptarlo.