LUCIEN ✓

⛓️CAPÍTULO 16⛓️

— Hermano.

— ¿Qué sucede, Ethan? — pregunto sentado en el antiguo escritorio de mi padre mientras reviso los documentos que he encontrado.

— ¿Ahora por qué estás de mal humor?

Elevo mi mirada unos segundos para notarlo viéndome desde el marco de la ventana donde se encuentra recostado. Vuelvo mi mirada sobre los papeles y respiro profundo.

El tema sobre Jade y yo en la habitación no pienso tocarlo por nada del mundo. Ni siquiera quiero volver a pensar en ello.

— Solo estoy... Estresado — « No miento. » Levanto los documentos para después soltarlos con molestia sobre el escritorio, me levanto de allí y me dirijo al estante de libros que está allí mismo dentro de la oficina —. Mis opciones se han acabado al igual que el tiempo.

— ¿Y qué es lo que harás entonces?

Me tenso unos segundos.

No le he dicho a Ethan que convertiré a Jade. Sé que él iría en contra de ello. Hacer algo como lo que haré no es una decisión que yo debería tomar, eso solo depende de ella, pero no voy a arriesgarme a que las cosas se salgan de control si no actúo a tiempo.

— Adam, y lo que he logrado investigar me han dejado claro una sola opción, la cual es la única qué podrá ayudarme. Quizás la utilice más pronto de lo que imagino. Pero hay un pequeño detalle.

— ¿Cuál?

— Lo que necesito para llegar a esa solución está oculto en ésta mansión. Padre lo escondió de mí, por lo visto.

— ¿Cómo que lo escondió de ti? — suena contrariado.

Yo en mi lugar sigo buscando con tranquilidad algo que me pueda guíar a lo que busco.

— Según lo que he leído en sus documentos privados, padre ocultó los documentos porque hay algo allí que parece ser lo único que podría cortar mi tiempo de vida. Por lo visto, él pensaba que yo era lo suficientemente inestable como para acabar conmigo mismo en un ataque de desesperación e ira.

Honestamente me decepciona. Nunca llegué a imaginar que mi propio padre sería capaz de pensar algo así de mi. Pero al mismo tiempo lo entiendo, nunca fué fácil tratar de controlarme. Era inestable. Por alguna razón pasó tanto tiempo entrenándome, ya que él era el único capaz de detenerme si me salía de control.

Todos esos años fueron frustrantes para mi, lo único que me hacía sentir bien era estar con Ethan y mamá. Era mucho más fácil para mí sabiendo que estaba con personas a las que debía proteger de mí mismo, sabía controlar mi rabia con ellos porque me generaban paz. Y porque llevaba mucho tiempo entrenándome.

— Bueno, tampoco es un secreto que él siempre haya tenido miedo de lo que fueras capaz. De hecho, ni siquiera lo sabemos del todo. Ni siquiera tú lo sabes.

— Gracias por recordarmelo.

— No seas idiota. Lo sabes perfectamente. Y sé que te asusta.

No lo negaría. Sé que le temo a ciertas cosas. Todos tenemos derecho a sentir miedo, porque aunque aparentemos ser fuertes, siempre habrá una pequeña debilidad en nosotros que nos hará tambalear.

De hecho, sabría nombrar mis miedos más grandes sin si quiera pensarlo mucho.

La soledad.

El desconcontrol sobre mí mismo.

Y la pérdida de lo que más amo.

Ya he pasado por estos dos últimos... Sé cómo se siente y por eso le temo.