Aproximaciones

Fuego en la tercera planta

—A ver, niños, no os descontroléis por favor...

María Eizaguirre estaba teniendo una mañana intensa. Desde que se había despertado a las seis y veinte de la mañana no había parado. Desayunar, terminar de preparar la maleta, hacer un par de llamadas, contestar emails, asegurarse de que la reserva estaba correcta, coger un taxi, ir al aeropuerto, repartir los billetes de avión, asegurarse de que todos se subían al avión, asistir al baile de asientos típico de cada puñetero viaje en avión que hacían, aguantar los grititos, las cancioncitas y los tonteos de los chicos... Pero lo que no se imaginaba es que su trabajo como canguro apenas acababa de comenzar.

—Pol, por favor, bájate de ahí.... —Suspiró, mirando al chico encima del la cinta de las maletas, dando vueltas como si fuera una vulgar Samsonite, mientras Raquel le hacía vídeos para Instagram.

Cerca de ellos, Exon, Chanel y María hacían un bailecito mientras Josh lo grababa para Tik-Tok. Definitivamente, estaba muy mayor para entender estas cosas tan modernas de las redes sociales.

—Chicos, que ya vienen las nuestras... —Alertó, refiriéndose a las maletas.

Eva Mora salió del baño, acomodándose el pelo, y le sonrió al llegar a su lado.

—¿Qué tal se han portado? ¿Se ha perdido alguno? —Rió, refiriéndose a los chicos.

—Ojalá. —Suspiró con cansancio Eizaguirre. —Es como llevar a niños de infantil a una excursión a la granja escuela.

—María, ¿tendremos días libres? —Chanel se acercó y le preguntó, con una emoción y una sonrisa propia de una niña de cinco años.

—Sí... —Dijo con cansancio. —Pero debéis descansar y...

—¡Chicos podemos ir a Camden! —Gritó a sus compañeros.

—¡Toma! —Aplaudió Josh. —Necesito reponer mi colección de camisetas molonas.

—Dirás tus camisetas de mercadillo. —Respondió Pol, que ya se había bajado de la cinta.

—Ya te gustaría a ti tener mis camisetas... —Respondió el chico, ofendido.

—¿Cuánto dices que te paga Bershka por colaborar con ellos? —Se burló Josh.

—Yo le hago propaganda gratis eh, ya me gustaría que me pagaran... —Dijo Raquel.

—Sí, amor, que parece que no tienes más camisetas que ese top marrón que te pones siempre... —Exon la miró, desaprobando su vestimenta.

Mientras tanto, María y Chanel estaban cuchicheando entre ellas.

—Qué guapa te has puesto, ¿no? —Preguntó Chanel, y María bajó la cabeza, con las mejillas coloradas. —Que siempre estás guapa, ¿sabes? Pero mira qué carita más guapa que...

—¡Niñas! —Gritó Eizaguirre, y Chanel se cuadró, sabía perfectamente que iba por ellas.

Eizaguirre las reprendió con la mirada y Chanel sonrió culpable, mostrando todos sus dientes. María se fue con el resto del grupo, un poco avergonzada.

—Me van a matar. —Eizaguirre se llevó las manos a la cara, frotándose las sienes. —Si llegamos a Turín sin que lo sepan en Twitter será un milagro.

—Yo creo que disimulan bien. —Se encogió hombros Eva. —No sé qué tienen ellas, pero todos se sobetean entre todos.

Ambas miraron a los chicos. Raquel se estaba recolocando el top mientras Pol la miraba con las cejas alzadas y reían. Chanel estaba tocándole el culo a Josh y Exon y María se estaban dando besos por toda la cara mientras se hacían fotos.