Aproximaciones

Cenas erótico‐festivas

—No hacía falta que vinieras conmigo eh...

María se sujetaba el algodón sobre el codo con fuerza. Le habían sacado bastante sangre y tenía tendencia a que le salieran morados.

—Eh, soy tu amigo y quería estar aquí contigo. —Dijo Exon.

María sonrió, acariciando su mejilla con cariño.

—Te lo agradezco. —Dijo sinceramente, y miró hacia el otro lado del banco donde estaban sentados. —Lo que no sé es qué hacen ellos aquí.

Dani y Edu la miraban fijamente, atentos, como si tuvieran que socorrerla de un momento a otro.

—Ay, maricón, que me voy a desmayar, que yo veo sangre y... —Dijo Edu, apoyándose en Dani.

—Es que no sé qué hacéis aquí, os lo agradezco, pero Exon ya venía conmigo...

—Mira, como la Chani se entere de que te hemos dejado sola nos asesina. —Replicó Edu. —Además, yo no tenía nada mejor que hacer.

—Hombre, te quedan dos capítulos de DragRace y ya te has tragado spoilers... —Le dejó caer Dani.

Exon abrió la boca para hablar, pero enseguida calló al ver la cara del chico.

—Que ni se te ocurra decirme a quién han echado. —Advirtió, con un dedo alzado.

María negó con la cabeza y se levantó del banco.

—¿Ya puedes desayunar? —Preguntó Dani.

—Sí, tengo que venir en tres cuartos de hora para que me tomen la tensión y eso. —Asintió.

—¿Un café entonces? —Sugirió Dani, mirando a los chicos.

—Yo no puedo, no puedo tomar nada que me suba la tensión...

—Lo dice como si tomara café. —Rió Edu, y los chicos con él. —La tía le echa tres gotas a la leche y se cree adulta.

—¿Y si te invito al chocolate con nata que te debo? —Le sonrió Exon, que la agarraba por los hombros.

—Eso sí suena bien. —Sonrió María.

Caminaron hacia la cafetería y Exon mandó un audio al grupo que tenían todos:

—Ya le han sacado sangre a la niña, vamos a desayunar y luego tiene que venir a que le tomen la tensión. —Miró a María, hablando con Edu y Dani. —Mery, diles algo, diles que estás bien.

—Hola amores. —Rió. —Estoy bien, han venido los tres guardaespaldas conmigo.

—Le han dicho que está un poquito delgada, eh... —Dijo Exon. —Que tiene que comer más.

—¡Como si no comiera! —Replicó María.

—Chani, que me la has dejado seca, tía. —Gritó Edu, por encima de María, y se oyó cómo la castaña le daba un guantazo en el brazo.

Exon cortó el audio, riendo.

—Tío, que no lo saben todos... —Le regañó María.

—A ver... —Exon rió. —No se chupan el dedo, eh.

—Ya, pero... —Bajó la cabeza, algo avergonzada.

—Amor, lo sabemos todos, solo que no os decimos nada, lo que hagáis con vuestra vida privada no es cosa nuestra... —Le dijo Exon.

—Y... ¿te parece bien? —Preguntó dubitativa.

—¿A mí? —María asintió. —A quien tiene que parecerle bien es a vosotras. —Calló e hizo una pausa. —No sé en qué términos están Chanel y...