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El inicio: Parte 1.

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El sonido estruendoso de municiones chocando con todo a su paso encendió un pitido agudo en mi tímpano, haciéndome desplomar mi cuerpo al suelo para tapar mis oídos con mis lastimadas manos y jadear en dolor.

Estoy harto de esta vida. Ya no sé qué más hacer para detener ésta agonía que inunda mi día a día, volviendo mi vida una monotonía dolorosa.

—¡Hyunjin! —escuché un grito a mi lado.

Quité mis manos de mis orejas y alcé mi mirada para encontrarme a mí padre observándome con una mirada llena de desesperación y miedo.

Como si le importara.

Llevé mis manos hacia el suelo a mi frente, para impulsar mi cuerpo y levantarme, pero al ver el líquido color escarlata por todas mis manos un ataque de pánico se apoderó de mí.

Cinco años en el juego y esta mierda aún me cansa. Necesito salir de aquí.

Esta vida no es para mí.

—Vamos hijo, arriba —mi padre llegó a mi lado, pero con la poca fuerza que tuve empuje su cuerpo.

—¡No! —grité—. Aleja tú mugroso cuerpo de mí.

Lágrimas torrenciales comenzaron a inundar mis poros mientras un dolor monumental estallaba en mi cabeza. Nublando la lastimera mirada que mi padre me proporcionaba.

Mi respiración aceleró su curso, mis manos mezclando la sangre con una gruesa capa de sudor, las municiones deteniéndose, los gruñidos de hombres heridos, mi padre colocando una venda sobre una herida en mi pierna. Joder, nada de esto está bien.

En ese momento, cuando mi padre alzó su mirada tan oscura como la noche y chocó con la mía lo supe, definitivamente había llegado a mi límite.

Mi teoría fue comprobada cuando, luego de gritos internos y dolores inexplicables, todo se detuvo. Mi vista se tornó negra y lo último que escuché fueron los desgargantes gritos de mi padre.


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—¡Joder! —gritó el señor Hwang al ver a su primogénito cerrar sus ojos—. ¡Jisung! —gritó sintiendo un picor en su garganta.

En segundos un chico con cabello azul, de la misma edad que su hijo, llegó a su lado.

—Hyunjin... —susurró viendo el cuerpo inconsciente de su mejor amigo.

—Ayúdame a cargarlo, debemos llevarlo al hospital —dictó la orden.

Jisung en seguida corrió y alzó el cuerpo de Hyunjin con ayuda de su padre. Su mente divagando entre lo peor y sus nervios creciendo a la velocidad de la luz en su cuerpo.

—Creo que ésta vez sí lo perdimos, Han—habló con notorio miedo el señor Hwang.

—No diga eso, señor, Hyunjin es muy fuerte.

—No viste su mirada; estaba inundada en terror, dolor, estaba perdido dentro de su cabeza —la voz del señor Hwang rompiéndose mientras hablaba.

Miedo. Esa es la única palabra que podría describir como ambos se sienten sujetando el inconsciente cuerpo de Hyunjin entre sus brazos.

Jisung conoce a la perfección como se siente Hyunjin al respecto con el trabajo de su padre y todo el mundo lleno de oscuridad que lo rodea. Siendo la persona que mejor conoce al pelinegro en su mundo, no le faltan los detalles al respecto. Y le duele. Le duele saber que su padre tiene razón.

↦  Insania ҂ HyunIn. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora