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Moretones en el corazón.

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{ p.o.v y.j.i }

Suspiré mientras quitaba mi suéter y lanzaba mi cuerpo sudado a la cama.

—Juro que la próxima vez patearé tú trasero —mi enfermero designado tomó asiento en el sofá frente a mi cama mientras tomaba un sorbo de agua.

Una risa se escapó de mis labios.

—En tus sueños, Minho.

Él blanqueó sus ojos y plasmó su mirada en la televisión encendida, copié su acción llevando mi atención hacia la película que pasaban por algún canal que esté puesto.

Un año... hace tres días cumplí un año internado en este jodido hospital y jamás me había sentido tan feliz.

Incluso Innie había despertado.

Mis padres han venido a visitarme un par de veces, menos de diez. Mi hermano no ha venido ni una sola vez. Mis amigos casi siempre me llaman al teléfono de Minho, pero por la universidad se les hace difícil venir hasta Jeju. 

Me levanté de la cama y troné mi cuello mientras sentía mis músculos un poco más relajados. Una ronda de fútbol uno por uno con Minho siempre me eleva los ánimos. 

Caminé hasta la ventana y un gran suspiro salió de mis labios. Mis ojos sintiéndose un poco pesados por la falta de sueño provocada por las pesadillas.

—¿Todo bien? —preguntó Minho.

Lo observé y con una genuina sonrisa asentí. 

Lee Minho fue la primera persona a la que me abrí o incluso hablé al llegar aquí. El pelimorado sólo necesitó de un par de días para engatusarme con sus encantos y hacerme reír.

Se convirtió en mi mejor amigo de inmediato y ha sido una gran pieza en mi recuperación.

Las pesadillas no se han ido. El dolor no se ha ido. Sólo se disminuye...

Me he hecho daño solamente dos veces en el último año debido a que, desde que lo hice por última vez, Minho siempre me mantiene debajo de una lupa. Luego de que me rogó con lagrimas que me detuviera la segunda vez decidí intentar ser un poco más fuerte por mi mismo. 

—Ven aquí —Minho llamó mi atención.

Me alejé de la ventana y caminé hasta el sofá para sentarme a su lado. 

—Hace tres días fue tú aniversario en el hospital —asentí—. Y gracias a que has avanzado un montón, convencí a los doctores y directivos de hacerte un regalo. 

Mis ojos se abrieron demostrando mis sentimientos de emoción y sorpresa. Hace tantos años que no me daban un regalo genuino. 

—¿De verdad? —pregunté colocándome de lado para observar bien a Minho y verlo reír por mi actitud. 

A veces cuando actúo de esta manera se me olvidan los pedazos de cristales que están enterrados hasta lo más profundo de mi corazón. Se me olvida el chico que se supone que debo ser. Se me olvida ser Jeongin y sólo soy Innie.

—Si, de verdad —alborotó mi cabello.

—¿Y que es? —pregunté con notoria curiosidad.

Minho se levantó del sofá y caminó hasta el pequeño refrigerador para tomar entre sus manos una pequeña caja color negro que se encontraba encima. 

—No los pude convencer de algo mejor, pero estoy seguro que funcionará —se acercó a mi y colocó la caja negra en mis piernas.

La curiosidad y extrañeza invadiendo mi cuerpo observando aquel cartón cuadrado. 

↦  Insania ҂ HyunIn. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora