↦ Insania ҂ HyunIn. [✓]

⌜13.

... quédate.

continuación del capitulo 12.

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{ p.o.v omnisciente } 

Luego de unos minutos abrazados, el dúo Capadoliz decidió que era hora de entrar. Esperarían a los chicos en la sala mientras aclaraban varios dudas que aún rondaban su mente.

—¿Qué más quieres saber? —preguntó Jeongin tomando asiento en el sofá negro.

—La noche que se cumplió un mes desde que nos conocimos me dijiste tantas cosas... —Hyunjin hizo una pausa pensando bien sus palabras—. Me dijiste que ambos estamos rotos y eso lo hace mejor, me dijiste que debo dejar de pensar que todas las personas quieren hacerme daño, me dijiste que por primera vez en tú vida estás dispuesto a pelear... y luego tres días después me dices todas esas cosas —el mayor volteó su rostro para observar a la persona mas preciosa en su vida—. ¿Cómo puedo asegurar que no cambiaras de opinión nuevamente? Las palabras se las lleva el viento, Jeongin.

El chico con ojos de zorro se quedo un poco sorprendido al escuchar sus palabras, ni siquiera él entendía cómo su mente puede jugar tanto en su contra.

—Entiendo que dudes, y entiendo que tengas mil incertidumbres luego de escuchar esas palabras anoche, pero, Hyunjin, puedo jurarte que ni siquiera la locura que ronda mi mente cambiará lo que siento en mi corazón cada vez que te veo o cada vez que estoy contigo.

Hyunjin tenía mil dudas en su cabeza, eso es seguro, pero algo dentro de él no le permite prestarle atención a sus dudas o a cualquier pensamiento acerca de dejar a Jeongin que posee su mente. Simplemente no es lo suficientemente fuerte como para dejarlo ir. 

Jeongin colocó su mano sobre la de Hyunjin y le dió un pequeño apretón.

—Sólo no quiero que rompas mi corazón —habló Hwang.

—No lo haré, y si algún día lo hago, juro que ese será el día en el que deje de respirar. 

Ambos se observaban mutuamente con miles de sentimientos mezclados; miedo, esperanza, duda, amor... Era tan confuso.

—Yo... —empezó a hablar Hyunjin, pero se detuvo al escuchar la puerta abrirse.

Risas risueñas y sonidos de bolsas cambiaron automáticamente el ambiente en la casa. 

—Oh... —se escuchó—. Hola, chicos —saludó Chris.

Todos observaban a la pareja entre anonadados, extrañados y felices. Se morían por saber que había ocurrido mientras hacían las compras.

—Iré a dejar ésto en la cocina —habló Yugyeom. 

—Voy contigo —el pecoso rubio fue rápidamente detrás de su enfermero, ambos sabiendo que necesitan privacidad más intima. 

Seungmin a pesar de ser parte del circulo mas intimo, decidió que los chicos merecían una charla con las personas que mejor los conocen. 

—Iré a ayudar con la cena —murmuró antes de tomar una bolsa de las manos de Chris para irse. 

—¿Está todo bien? —preguntó Minho tomando asiento en el sofá individual frente a los dos chicos que se encontraban extrañamente silenciosos.

Estaba feliz, pero sentía un poco de miedo.

Jeongin bajó su mirada y se dispuso a quedarse en completo silencio. Él estaba consciente de que, a pesar de que ambos chicos hablaron su mente e incluso se dieron su primer beso, nada estaba bien aún.