↦ Insania ҂ HyunIn. [✓]

⌜24.

Bienvenido a casa.

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{ p.o.v omnisciente }

Eran aproxidamente las cuatro de la madrugada cuando el teléfono celular de Hyunjin comenzó a sonar con su chillante tono de llamada.

El pelinegro decidió ignorar el sonido, sintiéndose cansado por haberse quedado dormido mientras lloraba, pero su compañero de cuarto tenía otros planes.

—¡Hyunjin! —gritó Jisung—, ¡Apaga esa maldita cosa!

El mencionado se removió en su cama mientras gruñía para acercar su mano hasta el dispositivo móvil, y ligeramente abrió su ojo derecho para ver el nombre de la persona que había interrumpido su sueño.

En seguida se colocó erguido y abrió sus ojos al máximo al ver el nombre de la enfermera Kang en blanco.

—¿Aló? —respondió agitado.

El peliazul alzó ligeramente su cabeza al escuchar el tono preocupado de su amigo.

—¿Señora Kang? ¿Ocurrió algo? —preguntó desesperado.

Jisung al escuchar el nombre mencionado se levantó de su cama hasta estar sentado frente a Hyunjin.

La señora Kang hablaba del otro lado de la línea, pero no directamente hacia Hyunjin, su voz se notaba algo lejana.

Hwang se estaba sintiendo colapsado, su mente pensando lo peor. Su respiración estaba agitada y sus manos empezaron a sudar.

No, por favor...

—¿Hyunjin? —se escuchó en la línea.

—Sí, sí, aquí estoy. Dígame, ¿Qué ocurrió?, por favor.

La enfermera Park sintió una punzada en su corazón al escuchar la desesperación del chico al otro lado de la línea.

—Debes venir al hospital, cariño —susurró.

Hyunjin sintió que su corazón bajó hasta su estómago y tenía ganas de vomitarlo. Él sabía que pasaría, él sabía que su pequeño iba a dejarlo.

—Estaré allá en seguida —respondió antes de cortar la llamada sin esperar respuestas de la señora Kang.

—¿Qué ocurre? —preguntó Jisung observando expectante a su mejor amigo.

—No lo sé, sólo me dijeron que debía ir.

Jisung asintió lentamente y se colocó de pié, pero Hyunjin se quedo estático en su cama.

—Vamos, Hyunjin, ¿Qué esperas? —preguntó al ver que el pelinegro no se movía.

—No estoy listo... —susurró—, no estoy listo para decirle adiós.

La primera lágrima salió del ojo de Hyunjin y Jisung se acercó rápidamente para limpiarla.

—No caigas en conclusiones, Jinnie. No sabemos qué ocurrió aún.

—Siento mi corazón pesado, Hanji, siento que poco a poco dejo de respirar.

—Vamos, hermano, debes ser fuerte por él. Debemos ir rápidamente a ver sobre a que se debe esa llamada.

El pelinegro asintió lentamente con su cabeza y dejó salir un largo suspiro.

—Iré a despertar a los chicos —murmuró y salió rápidamente de su habitación.

—¡Minho! ¡Chris! —gritaba por toda la casa mientras lágrimas continuaban saliendo de sus orbes. Casi tropezó en las escaleras, pudo sujetarse de la baranda.