⌜08.

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Conocerte.

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{ p.o.v h.h.j }

Cinco días... habían pasado cinco días desde que le dije a Jeongin quién es Sam. Esa noche nos vimos en la azotea y nuevamente fueron las mejores dos horas que pude haber tenido.

Hay algo dentro de mí que se siente tan cómodo con el chico de ojos de zorro. Cómodo y feliz.

—¡Christopher, más duro! —pedí gritando.

El castaño soltó un gruñido y limpió el sudor de su frente. 

—Joder, Hyunjin —suspiró—. Ya casi acabamos, ¿Por qué estás tan impaciente? 

Lo observé soltando un jadeo cansado y luego de unos minutos me levanté soltando un suspiro de paz. Al fin habíamos acabado.

—¿Por qué lo sacas tan lento?

—Mas nunca vuelvo a ayudarte —reprochó el castaño mientras se sentaba en el suelo. 

—Ambos sabemos que eso no es cierto —dije riendo.

Él blanqueó sus ojos y ambos continuamos intentando recuperar nuestra respiración.

Hoy es miércoles y es mi día libre. Cada paciente recibe un día libre de terapias y actividades medicas para poder hacer lo que sea que quiera con la observación de su enfermero personal.

Actualmente Chris y yo nos encontramos en el bosque cercano al edificio, apreciando el hermoso jardín que recorre miles de hectáreas al rededor de todo el hospital. No se supone que deberíamos estar aquí y por eso tuvimos que realizar una pequeña aventura ilícita.

Corriendo al rededor de todo el jardín en busca de flores variadas, colocando los diferentes estilos de plantas en una pequeña caja de madera. Casi fuimos descubiertos por un guardia y debimos correr sin parar hasta llegar a la parte trasera de nuestro edificio.

¿Qué pensaban? Puercos.

Por favor, limpieza de mente en el pasillo cinco.

—Aun no entiendo para que querías tantas flores, llevamos cinco horas aquí y puedo jurar que tengo hispidas hasta en el culo —se quejó, haciéndome soltar una gran carcajada.

—Pronto lo sabrás, lo prometo —alcé mi mano y asentí firmemente—. Por ahora sólo debo encontrar un lugar para dejar las flores y que no mueran antes de tiempo.

—Ya le pedí a Sana una pequeña pecera. Funcionará. 

Reí ampliamente antes de abrazarlo.

—¿Sabes que te amo? —pregunté mientras apretujaba sus mejillas.

—Si, me lo dices mucho. 

Lo solté y blanqueé mis ojos.

—Lo arruinas, Bang.

El australiano soltó una pequeña risa y se levantó, para luego extender su mano y ayudarme a imitar su acción.

—Hoy no estaré contigo en la noche, debo estar en un lugar —anunció.

Lo observé con el ceño fruncido y crucé mis brazos sobre mi pecho.

« Aquí vamos con las rabietas. »

—¿Me estás engañando con otro paciente? —pregunté haciendo que el castaño soltara una carcajada.

—Si, Hyunjin, te voy a abandonar y ahora tú enfermera será Eunji. 

↦  Insania ҂ HyunIn. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora