Ancel estaba en su habitación, abrazando la almohada y ahogando sus penas con esta después de ver como el rey pasaba por su lado sin mirarlo al menos y con un regalo que por años esperó de su parte. Le estaba entregando las cosas más preciadas de un rey, la corona del consorte y un hermoso anillo que hacía juego con todo eso y lo peor de todo era que la antigua reina lo usó mientras estaba con vida.
— ¿Ahora que tienes? —preguntó Adrián, sentándose a su lado—. ¿No se supone que debes de estar buscando la manera de que nuestro padre termine por matarte por ser un pésimo hijo?
— No creo que eso pase —se limpió las mejillas—. Pasó algo que estoy seguro de que debe de alegrarte la vida.
— ¿Qué sería eso? —preguntó, pasando las yemas de sus dedos por las piernas desnudas de Ancel—. ¿Vamos a tener intimidad?
— No seas estúpido —golpeó, su mano—. El rey decidió decirlo a los cuatro vientos que ya tiene a un consorte imperial.
— ¿Y eso que tiene que ver conmigo?
— Que nuestro padre cumplirá su palabra de matarme de una buena vez por todas —sollozó, sintiéndose miserable—. Nunca puedo hacer nada bien, todos me pedían que hiciera todo bien... nuestro padre tendrá razones suficientes para terminar con mi vida.
— Estás siendo demasiado estúpido justo ahora —agarró su mano antes de que le diera otro golpe—. Te aseguro que nuestro padre no hará nada que pueda dañarte más de lo que estás.
— Es que no entiendes —se giró para verlo —. Tú eres el favorito... yo solamente seguiré siendo el cero a la izquierda por parte de él... esto es algo estúpido. Algo sin sentido y yo no sé...
— Deja de estar lamentándote —chasqueó la lengua—. Nuestro padre es muy sabio, alguien que sin duda dejará que el error que creó siga con vida —el beta lo miró mal—. No me mires como si desearas matarme, porque no podrás hacer nada.
— En algún momento podré hacer lo que me plazca contigo, ya lo verás —se removió—. Por favor, suéltame, me estás lastimando.
— No digas eso —hizo un puchero —Yo en verdad deseo que ambos estemos juntos, que podamos tener una relación normal y que el sexo siga siendo igual de bueno...
— ¿Te estás escuchando? ¿Sabes la basura que estás diciéndome en este momento?
— No digo ninguna basura —lo acostó en la cama—. Eres una cosita muy hermosa... si deseas podemos escapar los dos... sin nadie más —acercó sus labios a los de él—. Nadie se enterará, podremos tomar un barco pesquero e irnos a una isla o país en donde nadie sepa quiénes somos, ¿Qué dices?
— Antes de que salgamos del país, nuestro padre nos matara, sabes bien cómo es él.
— Eso es basura —mordió su mentón—. Al lugar al que iremos, seremos dos desconocidos, podremos cambiar nuestros nombres por alguno de ese sitio... de esa manera, ya nadie nos molestara por el resto de nuestras vidas.
— Ya te dije que no —golpeó su rostro—. No iré a ningún lado contigo... eres un ser asqueroso y...
— La única persona que te ha hecho llorar de placer y dolor al mismo tiempo.
— ¿Llamas a una violación de esa manera?
— Tómalo, cómo desees —metió una de sus manos por debajo de la túnica—. Abre esas piernas, porque ahora te haré llorar.
En otra habitación, el rey hizo un puño con el cabello del omega mientras lo embestía sin descanso alguno. Las veces que se corrió dentro del cuerpo de Johann quedaron en el olvido, porque este, unos segundos después, le pedía que lo siguiera jodiendo una y otra vez sin descanso.
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La conquista del Rey (Gay)
WerewolfLos omegas hombres son criaturas que si las tocas estás muerto, que si los ves, estás muerto y que si respiras el mismo aire que ellos... estás muerto. Los omegas hombres se han extinguido desde hace cientos años o eso era lo que pensaba el rey del...