25. ¿𝖣𝗈́𝗇𝖽𝖾 𝗆𝖾 𝗁𝖺𝗌 𝗍𝗋𝖺𝗂́𝖽𝗈 𝖳𝖺𝖾𝗁𝗒𝗎𝗇𝗀?

587 92 44
                                    

「🥊」

—¡Buenos días dormilona!— la puerta de mi habitación fue abierta abruptamente, acompañada de gritos y molestos ruidos. 

Dando un respingo sobre la cama, agarré una de las tantas almohadas que me acompañaban en la noche y sin siquiera abrir los ojos, la lancé.

—¡Maleducada!, ¿Así piensas recibir a tu hermano mayor?— gritó nuevamente la voz. Abrí mis ojos tras escuchar lo dicho.

Pestañé varias veces enfocando mi vista en el sonriente rostro de mi hermano. 

—¡Suho!— dije como una niña pequeña, lanzándome desde la misma cama a sus brazos. Este acostumbrado a esa reacción de mi parte, me atrapó en el aire.

Lo apreté con fuerza, hasta que me golpeó en la espalda para que lo soltara, mientras susurraba  que lo haría escupir un pulmón. Obedeciendo su mandato dejé de apretarlo con fuerza, pero mantuve mi postura de koala sobre él. 

—Mi hermanito preferido— dije, apretando sus cachetes y moviendo mis manos sobre estos una vez que mis pies volvieron a tocar suelo. 

—Cariño, soy tu único hermano— dijo, dándome un manotazo con la mano libre que le quedaba, ya que la otra aguantaba mi cuerpo.

—Quizás mamá tenga un hijo en alguna parte del mundo y no lo sepamos— cuestioné.

Mi hermano frunció ambas cejas, soltando un suspiro, olía a menta.

—Deja de ver series o leer libros, en vez de aprender algo, están comenzando a dañar tu mente— ordenó .— Y otra cosa, chica cepillate los dientes, tienes olor a mofeta— rodeé los ojos lanzándole un golpe directo a la cabeza.

Con cariño, claro.

Una vez que me encontré decente y con un buen olor en mi boca, bajé para reunirme con mi amada familia.

Desde la escalera se alcanzaba escuchar las peculiares risas de Suho y Jin quienes se reían igual de escandaloso. Bajé de dos en dos los escalones, encontrándome con mamá apretujando los mofletes de mi hermano mientras le preguntaba una y otra vez si se estaba alimentando correctamente.

—Acaso no lo ves, esta en perfecto estado— opinó el tío Seokjin, ganándose un "gracias" por parte de mi hermano al ser liberado de la garras de su progenitora.

—Buenos días familia— dije, entusiasmada dejándome caer en el sofá.

—¿Buenos días dices?— se mofó mamá encarando una ceja, solpé un mechón de cabello para poder verle la cara. — Son las dos de la tarde.

Sonreí con alegría, estirando mi cuerpo y suspirando dije:

—He dormido tan bien.

—Porque yo te dejé.

—Mamá atiende a tu hijo que vino a verte— recordé, para que me dejara en paz.

Ventajas de tener un hermano que no vivía en la misma casa.

Como si se tratara de un robot mamá se giró volviendo a agarrar la cabeza de mi hermano para depositarla en su pecho y darle varios toques sin importarle las quejas del dueño de dicha cabeza, sus ojos me fulminaban ya que por mi culpa había sido nuevamente el centro de atención de la mayor.

𝖭𝗈 𝖺𝖼𝗈𝗌𝖾𝗌 𝖺 𝖩𝖾𝗈𝗇 𝖩𝗎𝗇𝗀𝗄𝗈𝗈𝗄||•𝖩𝗃𝗄.[✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora