Capítulo 10

3.4K 116 10
                                    


Eran las seis de la tarde y estaba esperando a, Pedri, en la recepción del hotel, como habíamos quedado esta mañana en una charla rápida en el buffet. 

Me había puesto un vestido blanco con pequeñas flores al estilo de los Bridgerton y me había hecho unas pequeñas ondas en el pelo que acompañaban a mi sencillo maquillaje.

No tarde mucho en verlo aparecer por las puertas del ascensor, se había puesto un polo de color azul junto a unos tejanos de color negro, estaba guapísimo.

- ¿Estás lista? -Me pregunta al llegar a posicionarse en frente de mí.

-Sí-Le respondo.

-Pues no perdamos más tiempo, vamos-Dice mientras me dirige a la puerta del hotel donde nos estaba esperando un coche negro, supongo que un Cabify.


........................


Estábamos en el centro de Sevilla, nos habíamos pasado toda la tarde entre callejuelas visitando la preciosa ciudad y sus maravillosas tiendas.

Me lo estaba pasando muy bien junto a él, parecía que no hubiese pasado nada entre nosotros, que simplemente fuéramos dos personas que se conocían bastante bien y que se movían entre callejuelas de diferentes colores de la mano y soltando carcajadas llenas de alegría expresando así nuestra felicidad.

Ahora mismo me encontraba en una tienda artesanal observando una pulsera de color turquesa que en su centro tenía un árbol de la vida, era preciosa.

- ¿Qué miras? -Me dijo el canario al oído derecho mientras asomaba su cabeza por mi hombro derecho, no se le hizo difícil ver que entre mis manos tenía la pulsera de color turquesa que estaba observando debido a que me sacaba unos centímetros más de altura- ¿Te gusta?

-Mucho, es preciosa.

-Perdone, me puedes dar, esta pulsera, por favor- Le pregunta el canario a la dependienta.

-Claro que sí -Le responde la dependienta con una sonrisa mientras se acerca a nosotros con una bolsita, me sorprende que no le haya reconocido, llevamos toda la tarde por calles en las que no transita mucha gente para evitar eso.

- ¿Cuánto será? -Le pregunta el canario a la dependienta mientras rebusca en sus bolsillos lo que creo que es su cartera.

-Serán siete euritos, joven-Le responde la dependienta.

-Pedri, no vas a pagarme la pulsera-Le digo cuando veo que está abriendo su cartera y es entonces, cuando yo me apresuro a también buscar la mía.

-Claro que sí-Me responde tan pancho mientras le entrega el billete a la dependienta y recoge el cambio junto a la pulsera que acabamos de comprar y nos vuelve a dirigir a los dos a la calle.

-Ten-Dice mientras me da la pulsera.

-Pues ten esto tú también-Le digo mientras le doy los siete euros que se acaba de gastar en mí.

-No lo voy a coger, es un regalo –Me responde.

Es entonces cuando me acerco a él para meterle el dinero por algún bolsillo suelto que tenga, como hace mi madre y mi abuela, pero, él es más rápido y se pone a correr huyendo de mí, yo le persigo mientras los dos reímos hasta que llega un punto en el que tengo que parar para poder respirar.

-Qué poca resistencia tienes, ratona-Me dice de forma vacilona mientras se acerca a mi lado.

Como había echado de menos ese apodo.

Wabi Sabi (Pedri González)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora