Wabi Sabi (Pedri González)

Capítulo 18

Me había inmerso en mi mundo, no me quería enfrentar a la realidad, no me creía que no hubiésemos pasado.

Vi pasar a Morata enfadado hacia el vestuario, pero no le seguí, no le seguí porque vi cómo en el campo, Pedri, se llevaba las manos a la cabeza para después taparse con la camiseta y ponerse a llorar, me dolió demasiado, quería estar con él por eso no tarde mucho en empezar a ir hacia su dirección.

Me encontré a muchos jugadores, todos dolidos. Estaba a punto de llegar a la altura del canario cuando me encontré con, Pau y Eric. Les abracé a los dos a la vez y ellos a mí también.

-Estoy muy orgullosa de vosotros, ¿Vale? -Dije a punto de llorar, verlos así me estaba afectando.

Ellos asintieron y justo vieron al canario.

-Ves con él-Dijo, Eric.

-Sí, él te necesita mucho más-Añadió, Pau.

Cuando me despegué de ellos empecé a andar lo más rápido que pude hasta él, cuando estaba ya a tres pasos Thiago y Unai que estaban con él se separaron un poco dejándome vía libre.

-Ey, amor-Empecé con mi mano en su espalda, él se quitó la camiseta de la cara para poder conectar su mirada con la mía, una mirada cristalina con lágrimas por las mejillas que a mí me estrujaron el corazón-Ven aquí, anda-Le dije mientras le atraía a mí.

Lloró lo mínimo en mi hombro y a mí cada vez me dolía más el alma.

-Ya está-Le dije mientras le acariciaba el pelo-No pasa nada, yo estoy muy orgullosa de ti.

.......................

Entré de la mano de, Pedri, aún vestuario hundido en dolor. Mirarás donde mirarás todas las caras tenían una mirada apagada.

-Venga chicos-Grito mi padre-No pasa absolutamente nada, lo habéis dedo todo que eso es lo importante-Nada más acabar, mi padre empezó a aplaudirlos y a él nos unimos yo y el equipo técnico.

Me tenía que marchar del vestuario ya que los chicos iban a empezar a cambiarse y a las chicas no nos dejaban quedarnos por intimidad.

Me acerqué a despedirme de, Pedri, ya no lloraba, pero seguía triste, igual que todos.

-Amor, me tengo que salir, luego nos vemos, ¿Vale? -Le dije abrazada a su espalda.

Él simplemente asintió y me dejo un beso en mi mejilla.

Llevaba un rato fuera esperando cuando al final del pasillo vi a las chicas junto a la familia de, Pedri, y a otros familiares de los chicos. Decidí acercarme.

-Hola-Saludé a los demás.

- ¿Qué tal? -Me preguntó ,Paddy, mientras me daba un abrazo.

- ¿Cómo están los chicos? -Se interesó, Paula, tenía un semblante de preocupación, pobrecilla.

-Bueno, están tristes y desanimados, es normal-Contesté intentando tranquilizar a todos los que me miraban intentando saber algo sobre los chicos que estaban dentro.

Los familiares de los chicos y yo seguimos esperando hasta que algunos jugadores empezaron a salir y nos empezamos a dispersar. Yo me acerqué a, Rosi, la madre de, Pedri, que tenía una cara de angustia y preocupación en la cara como la buena madre que era.

En otro momento el gesto que iba a hacer me daría pánico tan solo de pensarlo, pero, en este caso no me permití ni pensarlo y pasé mi brazo izquierdo por encima de su hombro, intentando abrazarla y poder intentar transmitirle tranquilidad.

Me pareció que le gusto el gesto porque enseguida ella me paso la mano más cercana a mi torso por la cintura, abrazándome a ella también, y me dijo.