Capítulo 13

2.6K 85 6
                                    

Veintinueve de Junio, dos días para mi cumpleaños. No estaba nerviosa ni emocionada, me era bastante indiferente el día de mi cumpleaños, este año lo iba a pasar sin mi madre, ni mi abuelo, no les dejaban venir a la concentración por temas relacionados con el covid, eso me entristecía más de lo normal.

Hoy no había tenido que ir a ayudar a Joaquín, por eso había decidido dormir más de lo normal y quedarme rebozando por las sábanas de mi habitación, ya que me encontraba bastante mal. Durante toda la noche había tenido mareos, ganas de vomitar, dolor de tripa, dolor de cabeza...

Llevaba un rato dormida, alrededor de las once de la mañana había podido volver a dormirme después de haber estado casi toda la noche sin poder hacerlo.

-Ey, ratona, ¿Estás despierta? -Me despertó su voz.

-Ahora sí-Le digo mientras busco sus ojos.

- ¿Cómo estás?-Me pregunta al ver mi rostro.

-Mal, me encuentro fatal-Le digo mientras hago puchero.

-Ay, mi bebé-Dice para después llenarme la cara de besos-Yo te voy a cuidar hoy y a dar muchos mimos.

Le sonrío y es entonces cuando no hace falta que piense las palabras, salen solas directas de mi corazón.

-Te quiero-Le digo para seguidamente abrazarme a él mientras deja besos por mi mejilla izquierda.

-Yo también te quiero, te quiero mucho-Dice en mi oído y solo puedo sonreír.

Hace un rato que, Pedri, había bajado al buffet para que él pudiera comer y para subirme algo a mí, no había bajado porque los mareos y las ganas de vomitar habían aumentado y estaba que no aguantaba más. No tarde mucho en llegar al baño a toda prisa y vomitar todo lo que pude, fue entonces cuando noté unas manos sujetándome el pelo y dejando caricias de apoyo por mi espalda, sabía que era él.

Cuando acabé de vomitar y me pude lavar los dientes y la cara despejándome decidí salir del baño, en la habitación me encontré al canario preparando mi comida de hoy, estaba hambrienta, me había traído pasta blanca y unas pechugas de pollo a la plancha.

- ¿Cómo te encuentras? -Me pregunta, Pedri al verme observándolo.

-Igual que antes-Le digo acercándome a su lado.

-Te he traído esto.

-Gracias-Le digo para dejarle un beso en la comisura de sus labios.

Nos sentamos en la cama los dos juntos, mientras yo me comía la pasta él me fue cortando a pequeños trocitos la pechuga mientras hablábamos.

-Tu padre me ha dicho que dentro de dos días es tu cumple-Dice el canario.

-Sí-Digo mientras me meto un trozo de pechuga a la boca.

-Los chicos y yo ya estamos preparándote una fiesta memorable.

-No hace falta, no me gusta celebrarlo a lo grande-Digo.

-Pues este año lo vas a hacer, cumples diecinueve años ratoncita-Dice mientras deja un toque en mi nariz.

-Hacer lo que queráis, no me voy a poder negar de todas formas.

-Como nos conoces ya, eh-Dice para seguidamente tirarse encima de mí y abrazarme.

.................



Era por la noche, había pasado una tarde horrible, no había parado de ir al baño a vomitar y tampoco me había librado de tener sudores fríos y mareos por todo el cuerpo.

Mi padre y los chicos habían venido a verme y después de que se fueran me había dormido junto al canario, sentía una fatiga muy grande por todo el cuerpo.

Sobre las tres de la mañana, cuando me volví a levantar a vomitar, sentí un mareo demasiado grande, estuve a punto de perder el equilibrio, pero mis manos fueron más rápidas y se agarraron a la cama, me moví como pude hasta, Pedri, no le quería despertar, pero sentía que me iba a caer al suelo en cualquier momento.

-Pedri-Le zarandeé por los hombros-Pedri-Volví a repetir hasta que pude distinguir sus ojos abiertos en la oscuridad de la habitación.

- ¿Qué pasa?, ¿Estás bien? -Preguntó un poco alarmado.

-No, estoy muy mareada y siento que me voy a desmayar en cualquier segundo-Le digo como puedo.

-Vale, tranquila, agárrate, nos vamos al médico-Me dice mientras me agarra de la cintura aguantando todo mi peso en su torso.

Agradecía que me cuidara de esa manera y que en un momento como ese me pudiera transmitir tranquilidad, tranquilidad y fuerza, porque con él todo iba a ir bien.

Llegamos al hospital más próximo sobre las cuatro de la mañana, no tardaron en atenderme y enseguida me dijeron que me iban a hacer un análisis y ponerme suero, tenía todas las cartas ganadas para que fuera una deshidratación.

Cuando vi entrar a la enfermera con las agujas y el suero, mi cara se transformó en un estado de pánico total y, Pedri, lo notó porque me agarró de la mano intentándome tranquilizarme. Después de estar intentando pincharme durante quince minutos, las enfermeras se marcharon y yo me quedé junto al canario.

-Han tenido que quedar hartas de mí-Le digo al canario.

-Un poco-Dice riéndose-¿Por qué te dan tanto miedo?

-No es que me dé miedo, me da asco, odio todo lo que tiene que ver con sangre y venas o huesos, odio cuando la gente se trona los dedos delante de mí-Le explico.

-Odias esto-Dice para después hacer sonar los huesos de su mano.

-Dios, Pedri, que asco te lo juro-Digo tapándome los oídos.

El canario, simplemente río.

Después a cabo de un rato, cuando el dolor fue pasando y me quitaron el suero, obligué al canario a tumbarse conmigo en la cama y nos dormimos los dos juntos, no sin antes avisar a los chicos y mi padre.

Hoy había sido por mí y otro día sería por él.

Porque así son las relaciones, das y recibes, y si no recibes lo mismo que das, no vale la pena darlo todo por esa persona.

Yo por él lo daría todo.



.................



Ulaaaaa cómo estáis????

Yo me estoy muriendo de calor, necesito el invierno YA.

Es un capítulo cortito lo sé jeje

Prontito se viene lo bueno

Muchas gacias por todo <3333333

Wabi Sabi (Pedri González)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora