—No es una buena idea —Confesó Betheo.—. Hoy vendrá Bath, ¿lo recuerdas?
Annabeth rodó los ojos.—. Lo sé, pero será rápido.
—¿Será rápido? Si papá se entera me echara la bronca.
—A ti te la echará pero a mi me matará, así que, ¿qué más da?
—Beth —Dijo Betheo susurrando.—. ¿Por qué tienes tantas ganas de ir a la ceremonia de Lord Miraz?
—Darán carne gratis, hace meses que no la como.
—A papá no le gustará.
—Te haré carne esta noche, ¿realmente te importa llegar diez minutos tarde a la bienvenida de Bath? Lo vemos todos los años. Su cara está más que vista en esta familia.
Betheo dudó mirando a su hermana menor con las cejas levantadas.
—Camina.—Ordenó.
Annabeth abrió la puerta de su casa y rápidamente empezó a ir a la ceremonia del Lord.
Si era sincera consigo misma, no iba solo por la carne gratis.
Hace dos meses que no veía a Caspian, y no se lo podía quitar de la cabeza. No podía olvidar su olor, o su lindo rostro.
No le extrañaba si el príncipe ya tuviera una novia en su castillo.
Al llegar había mucha gente, Betheo agarro de la mano a su hermana al ver la multitud de gente. Annabeth maldició en su interior al ver que no podía ver bien en su posición. Pero si al menos le vería el pelo, ella estaría bien.
Escucho unas trompetas sonar, así todos los habitantes haciendo una reverencia, cuando las hicieron, Annabeth pudo ver a Lord Miraz, mirando a todos con superioridad.
Annabeth levantó las cejas al ver que ella y su hermano eran los únicos que no estaban haciendo una reverencia.
Y Annabeth sintió su corazón parar al ver que Lord Miraz, su esposa y el príncipe Caspian estaban mirándolos.
Notó que ahora su hermano estaba haciendo una reverencia.
—Muchacha, ¿por qué no estás haciendo una reverencia?—Annabeth supo que era hacia ella.
Pero ella solo se quedó mirando a Caspian, ¡que vergüenza! ¿Cómo podía mirar a Caspian cuando un Lord le estaba mirando? Además de que todos los habitantes de Telmar la estaban juzgando mentalmente.
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𝐂𝐎𝐌𝐄𝐍𝐙𝐀𝐑 𝐃𝐄 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎.||. Las crónicas de Narnia.
FanfictionDonde Annabeth escucha unos terribles sollozos provenientes de una grande persona en medio de la oscuridad.